El PSOE pacta con el PSC la revisión de su acuerdo histórico entre críticas internas

Javier Fernández (PSOE) y Miguel Iceta (PSC), reunidos en la sede central socialista en Madrid.
Javier Fernández (PSOE) y Miguel Iceta (PSC), reunidos en la sede central socialista en Madrid.
Ballesteros/EFE
Javier Fernández (PSOE) y Miguel Iceta (PSC), reunidos en la sede central socialista en Madrid.

Javier Fernández, presidente de la gestora provisional del PSOE, y Miguel Iceta, primer secretario del PSC, pactaron este lunes la creación de una comisión bilateral de entre seis y ocho miembros para revisar los términos de su alianza histórica después de que los diputados catalanes rompiesen la disciplina de voto en la investidura de Mariano Rajoy.

La mesa, explicaron en intervenciones separadas tras su encuentro, estará compuesta por "expertos" de ambos partidos que tendrán que resolver -en un plazo de dos meses- dos cuestiones fundamentales. La primera es si la formación catalana debe mantener o no su privilegio de contar con voz y voto en los órganos nacionales de los socialistas, una "asimetría" con la que la líder andaluza Susana Díaz desea acabar. La segunda es aclarar si las resoluciones del último congreso interno del PSC, en las que se reivindica el estatus de "nación" para Cataluña, superan o no la conocida como Declaración de Granada, en la que el PSOE propuso un modelo federal para España.

Lo que ambos líderes parecieron descartar, a tenor de sus respuestas, es la ruptura de su acuerdo político. "El PSC y el PSOE siguen teniendo una estrecha relación y la vamos a seguir teniendo", aseguró Fernández. "Queremos mantener una relación lo más fraterna y fecunda posible", confirmó un aparentemente satisfecho Iceta.

Un no "antidemocrático"

Al primer secretario del PSC no le disgusta la posibilidad de tomar distancia con Ferraz. Una mayor autonomía le permitiría afrontar la cuestión territorial con independencia en un intento por contrarrestar el discurso de En Comú Podem y de Ada Colau, que gana adeptos entre los votantes de izquierdas en detrimento del PSC.

En esta coyuntura, Iceta aseguró que su formación se sentará con el PSOE con una actitud "muy abierta y muy dispuesta al acuerdo". Su intención, precisó, es que los militantes catalanes sigan votando en los procesos internos nacionales. " Hemos cumplido 38 años de relación y esta es la que es: se establece la presencia del PSC en los órganos del PSOE y no al revés. Ha funcionado razonablemente bien. Solo contabilizo tres difunciones, la última, la que nos ha traido hasta aquí", justificó. El 'no' de sus diputados a la investidura de Rajoy, precisó, sería "la excepción que confirma la regla".

El presidente de la gestora calificó, en cambio, de "antidemocrático" que el PSC se negase a aceptar la abstención dictaminada por los miembros del Comité Federal, a pesar de haber participado en esa votación. "Le dije a Miguel Iceta que esas decisiones tendrían consecuencias. A partir de ahí y por esas causas decidimos revisar la relación".

Fernández también puso en duda que el PSC se mantenga en la Declaración de Granada con su propuesta para Cataluña. "Lo que habrá que alcarar es si, en los términos en los que se se expresa en sus resoluciones, está hablando [de nación] en términos históricos o culturales o si habla en el plano jurídico-constitucional y ya afectando al contenido de la Declaración y a la Constitución", advirtió.

Iceta comunicó a Fernández durante su encuentro que el PSC renuncia a nombrar al miembro que le corresponde dentro de la gestora socialista, por el momento. El presidente de la gestora rechazó aclarar, a su vez, cuáles serán las consecuencias para los diputados que se abstuvieron y si Meritxell Batet (que logró su escaño por Barcelona) perderá su puesto en la dirección del Grupo Socialista en el Congreso como represalia.

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