El consejo de administración del Banco Sabadell se ha reunido la tarde de este jueves de forma extraordinaria para abordar el cambio de su domicilio social debido a la crisis en Cataluña, y ha decidido trasladar la sede social a Alicante, descartando otras posibilidades, como Madrid y Asturias. Caixabank, por su parte, ha convocado a su consejo para este viernes a fin de analizar la posibilidad de que su sede salga de Cataluña

Esto se ha producido ante la posibilidad de que en los próximos días el Parlament de Cataluña haga una declaración unilateral de independencia. Los estatutos del Banco Sabadell establecen que no es necesario convocar a los accionistas para hacer efectiva la decisión una vez el consejo haya decidido tomarla.

El cambio de domicilio social garantiza que el Banco Sabadell siga estando bajo el paraguas de supervisión del Banco Central Europeo (BCE), además de que el pago de impuestos de la sociedad se llevará a cabo en la ciudad que albergue la nueva sede del banco. Esto garantiza los intereses de accionistas, clientes y empleados dentro de cualquier escenario.

El nuevo domicilio social estará en la avenida Óscar Esplá, número 37, de Alicante, según se ha comunicado a la CNMV, regulador bursátil. La medida se podrá hacer efectiva de inmediato, sin necesidad de que la junta de accionistas lo apruebe, ya que los estatutos del banco catalán requieren únicamente la decisión del consejo para hacer efectivo el traslado.

Alicante es la ciudad donde tenía su sede la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), adjudicada a Sabadell al precio simbólico de un euro a finales de 2011.

En cualquier caso, los servicios centrales de Banco Sabadell seguirán ubicados en Cataluña, donde el grupo cuenta con centros operativos en Barcelona y Sant Cugat del Vallès. También tiene oficinas corporativas en Madrid y en Alicante, ciudad en la que cuenta con su centro de datos o back up.

Así, este cambio de domicilio social constituye una acción prácticamente simbólica, tal y como ocurre en otras entidades como Banco Santander, Bankia o BBVA, cuya sede social se encuentra en Santander, Valencia y Bilbao, respectivamente, a pesar de que sus oficinas centrales están en Madrid.

Las fuentes del Sabadell consultadas por Europa Press han asegurado que la posición de liquidez del banco no se había visto afectada por la incertidumbre política y económica en Cataluña, aunque sí reconocieron que la volatilidad experimentada durante las últimas sesiones bursátiles había despertado cierta preocupación.

El Sabadell había perdido durante estos días más del 10% de su valor, aunque en el año acumulaba todavía una revalorización superior al 22%, siendo una de las entidades con mejor evolución. A este respecto, los inversores han recibido de buen grado la noticia del traslado y sus acciones se han revalorizado un 6,16% en la sesión de este jueves en la Bolsa de Madrid, hasta alcanzar los 1,69€ por título.

Banco Sabadell está presente en un total de 18 países a través de oficinas de representación, filiales y participadas, y dispone de más del 30% de su negocio fuera de España. En concreto, el 24% se encuentra en Reino Unido a través de su filial británica TSB y cuenta también con un 8% de su negocio en América tras su entrada en México.

En España, la entidad dispone de una cuota en el mercado de crédito de en torno al 7,2%, que alcanza el 16% en Cataluña, mientras que en la Comunidad Valenciana es del 15%, según datos de junio de 2016 recogidos de la memoria anual de la entidad. Sabadell también cuenta con una cuota del 14,6% en Murcia y del 11,9% en Asturias y León, mientras que en Madrid la porción del mercado que corresponde a la entidad se reduce hasta el 3,5%.

Por número de oficinas, las comunidades donde el banco tiene más presencia son Cataluña, con un total de 638 sucursales, por delante de la Comunidad Valenciana (381) y Madrid (201). En cambio, Sabadell solo tiene seis oficinas en Cantabria y siete en Extremadura, regiones donde también dispone de sus menores cuotas de mercado.

El president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha expresado su alegría por la decisión del Sabadell pero ha señalado que obedece a una situación, la que vive Cataluña tras el 1 de octubre, en la que las circunstancias son "muy complicadas".

"Estamos en unas circunstancias muy complicadas, y me alegro de que Sabadell tome la decisión de estar en Alicante, pero no me alegro de la situación que provoca esta realidad", ha manifestado tras conocerse el traslado de sede a Alicante.

El president de la Generalitat ha manifestado que es "evidente" que la confianza que existe en la Comunitat Valenciana es "un factor positivo" para esta y otras empresas que quieran trasladarse a la Comunitat.

Por otra parte, el consejo de administración de CaixaBank se reunirá este viernes de forma extraordinaria para estudiar el posible traslado de su sede social, informaron a Europa Press en fuentes conocedoras de la convocatoria.

Los títulos de Caixabank han subido un 4,93% al cierre de la jornada bursátil ante la posibilidad de que el banco decida trasladar su sede fuera de Cataluña y eliminar así incertidumbres.

Este cambio sería posible gracias a la modificación legal que prepara el Gobierno y que le permitiría realizar este trámite sin que la entidad someta esta decisión a aprobación de la junta de accionistas.

Entre las ubicaciones que se barajan para que el banco que preside Jordi Gual ubique su sede social y pague allí el impuesto de sociedades, entre otros gravámenes, ha cobrado fuerza en las últimas horas la opción de Baleares, según apuntan varias informaciones periodísticas.

Los estatutos de Caixabank prevén que una decisión de este tipo requiera también la aprobación de la junta de accionistas, por lo que el decreto-ley que podría anunciar este viernes el Gobierno abriría la puerta a este cambio de sede social.

Un portavoz oficial de Caixabank ha afirmado que la entidad adoptará las "decisiones necesarias, en el momento oportuno, siempre con el objetivo de hacer prevalecer los intereses de los clientes, accionistas y empleados".

Esta semana, en una nota interna remitida a sus empleados, el banco explicaba que "es importante comunicar proactivamente" a sus clientes su compromiso en la defensa de sus intereses, que "guiará las decisiones futuras que, en caso de ser necesario, hayan de tomarse".