Kenia, 38 años, madre de 3 hijos: "Yo no me considero pobre, me considero una superviviente"

Kenia, con sus tres hijos en la puerta de la tienda donde trabaja.
Kenia, con sus tres hijos en la puerta de la tienda donde trabaja.
JORGE PARÍS
Kenia, con sus tres hijos en la puerta de la tienda donde trabaja.

"Tengo 38 años y tres hijos (Jordan, de 17, Maikel, 14, y Alejandro, el pequeño, de 8 años). Soy natural de Cuba y llevo en España diez años. Vine casada y antes del año sufrí malos tratos. Después estuve en una casa de acogida, pero luego decidí salirme y me arriesgué a alquilarme un piso. Y a partir de ahí, trabajar y trabajar. Ha sido muy duro y sigue siendo muy duro.

Vivo en el barrio de Lucero (al sur de Madrid), en un piso por el que pago 600 euros al mes. Gano 800 como panadera-pastelera en una cafetería de La Latina (Centro). Entro cada día a las 6 de la mañana y salgo a las cuatro de la tarde. Gano poco, pero lo acepté porque eran mejores condiciones de las que había tenido anteriormente. Me siento mucho más valorada que en otros empleos en los que, además, no tenía tiempo para nada.

Cada mes me sale la economía familiar a menos tanto, sí pero siempre  he intentado tratar de solucionarme las cosas como he ido pudiendo.

Ahora recibo 300 euros por mi hijo pequeño, pero acabo de lograr su patria potestad en exclusiva y voy a quedarme sin ese dinero. Entre que él esté bien y yo cobre más, prefiero la patria potestad, aunque pierda la pensión. El padre padece de esquizofrenia paranoide, no estaba bien, y tenía que seguir mi hijo yendo a sus visitas. Por eso tuve que hablar con la asociación de madres solteras, que es impresionante como han hecho todo para ayudarme. Desde que contacté con ellas las cuentas no me dan tampoco, pero tengo la cabeza más firme y los hijos más ubicados. Ellas me dan alimentos cada quince días, los niños están en un campamento de ocio en verano y reciben complemento a sus estudios unas horas después del cole. Hacen cosas muy chulas.

Sin ayudas públicas

Yo no me considero pobre, pobre no. Me considero superviviente. Porque no te puedes detener. No puedes dejar de cumplir las normas y las reglas. Es lo que me ha dado la asociación, ese impulso que necesitaba.

Ayudas públicas ahora mismo no recibo ninguna. Intenté solicitar la ayuda del alquiler, de 200 euros, hice los papeles pero me dijeron que me faltaba un papel. Hice el recurso y lo volví a presentar. Cuando llegó la contestación, era 16 horas para volver a decirme que no me daban el dinero por falta de ese mismo papel". Sí recibo un cheque de la Caixa de 100 euros cada seis meses para equipamiento escolar. Pero aun tengo que terminar de pagar los libros de este curso, porque con ese dinero que me dieron tuve que pagar las lentillas de mi niño que era más urgente. Y ahora estoy pagando al colegio, como voy pudiendo, los libros. Voy un poquito atrasada a mi tiempo, no voy al día, uso lo que venga al momento para solucionar las cosas.

Este verano me he quedado un poco endeudada porque he logrado traerme a un hijo el que seguía en Cuba. Ha sido muy difícil. Por eso ahora lo que he ideado es una forma de conseguir algo más de ingresos alquilando dos habitaciones de mi casa. Me he arriesgado porque tengo a los peques, pero lo hago con una agencia fiable que trae solo estudiantes y por periodos cortos. Es mi opción, además de que mis hijos prefieren, aunque las habitaciones estén vacías, compartir los tres el salón como dormitorio.

Intenté conseguir una casa más pequeña, un estudio para recuperarme económicamente, pero es impresionante lo difícil que es convencer a los caseros de que una es fiable y que es capaz. Mi casera de ahora no tiene problemas conmigo, no siempre he podido pagar a tiempo. Hasta donde vaya llegando, a veces no tengo, pero no he dejado de pagar nunca. Y en otros sitios te miran tan de arriba a abajo. A mí, que trabajo tan duro y saco todo el provecho que puedo.

Pero hay que sobrevivir. Casi ni tiempo tengo de hacer mucho más. Me levanto 5 de la mañana y llego a casa por la tarde, entre ir a por los niños poco más se puede hacer. Tengo las piernas que no me dan más, es mucho el dolor, pero te va a dar igual, tienes que ir a por el pequeño y estar con él. Sé que necesito un descanso, unas vacaciones, pero no se puede.

A veces cuando vas atrasada (económicamente) llega un momento que estando tan sola te llevas las manos a la cabeza, pero no me da tiempo para llorar, es que hay que coger el momento. Yo aquí no tengo familia. tengo dos buenas amigas que siempre han estado muy orgullosas de mí. Y otras como yo que son españolas, pero afortunadamente tienen su familia, su marido o una madre en las que sa apoyan.

Poco ocio, mucho trabajo

Mis hijos no pueden tener ropa nueva ni lujos. No puedo, viven con sus cosas normalitas. En lo que más me ocupo es en que su ropa de la escuela, que van con uniforme, estén bien. Cuando necesitan abrigo de invierno, pues a veces no puedo pero no tengo casi problema, porque la asociación de ayuda a las madres tienen un ropero. Tampoco mis hijos son exigentes, que la misma vida les ha hecho ver que su mami anda con un euro o que no vivo con lujos.

Para el ocio, no hay mucho tiempo. Yo tengo suerte de que la asociación les lleva a los chicos a excursiones, en eso no tienen carencia. Y yo pues cuando puedo les compro una pizza o damos un paseo en el tiempo que puedo.

Yo pienso que salgo adelante porque he intentado ser espabilada, pero no todo el mundo tiene la misma capacidad. Algunas además no saben que existen asociaciones que te ayudan y pienso que deberían crearse más, porque hace falta una investigación real y ver cuántas necesidades hay. Hay mucha gente trabajando muy duro, en malas condiciones, y sigue habiendo niños solos en las casas. Hace poco supe de un piso en mi barrio que se había quemado y me sentí tan mal, porque yo misma he tenido que dejar a mis hijos solos a veces, y es un desamparo. Siempre existen riesgos. A mi niño se le quemó un poco el culo una vez con un radiador y yo no estaba, que entonces llegaba del trabajo a las tres de la madrugada.

¿Que como me veo en cinco años? (Risas) Pues súper bien. (más risas) ¡Ay! Pienso que estoy a un paso, me falta un poquito, pero estoy a un paso de estar más estables. Alejandro es muy pequeñito, va a ser un jovencito y va a tener su clave de cómo salir adelante, los tres saben que tienen que estudiar pero que no hay muchas opciones en este país. Y yo estoy a la espera de un proyecto para mejorar notablemente. El hecho de haber trabajado tanto hace que me vea con muchas cualidades. Sé que puedo hacer de todo. Modestamente, soy muy buena en lo que hago. En cinco años me veo con tiempo para los niños, con tiempo para mí".

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