Mari Luz estaba viva cuando cayó o fue arrojada al agua

Los exámenes forenses realizados al cadáver de Mari Luz Cortés, la niña de cinco años que estuvo 50 días desaparecida en Huelva y cuyo cadáver fue encontrado el pasado viernes en la desembocadura de la ría, demuestran que la chiquilla aún estaba viva cuando cayó, o la tiraron, al agua, así lo publica el diario ABC. Prueba de ello es que se encontrara fango en su boca y hojas en su organismo, lo que indicaría que respiraba cuando cayó al agua.

Sin embargo, esa certeza no aclara si la niña fue asesinada o su muerte fue producto de un accidente . Aunque no hay evidencia científica sobre la primera hipótesis, pues las heridas que presenta pudieron ser accidentales, es imposible determinar si fue asfixiada, por el deterioro de sus pulmones, o si alguien la empujó a la ría.

El análisis más importante que está en curso es el de la fauna cadáverica encontrado en el cadáver. Esta prueba determinará con exactitud, probablemente en una semana según el ABC, la fecha de la muerte, situada en las 48 horas posteriores a su desaparición. Éste sería un dato clave para orientar la investigación, ya que si pereció mucho tiempo después del momento en que se perdió la pista a Mari Luz cobraría fuerza la opción del asesinato. Si falleció poco después, sería más probable un accidente.

Y mientras la atención se centra en los laboratorios la Policía continúa con sus pesquisas en la calle. Los agentes están convencidos que alguien más tuvo que ver a la niña aquel día. De hecho, la última mujer que la vio con vida cuando entraba en su casa observó cómo la pequeña parecía dirigirse a alguien diciéndole una frase del estilo "mis padres no me dejan". Incluso no se descarta que algún niño de la zona estuviera con Mari Luz y tras sufrir el accidente no haya querido contarlo para no ser castigado.

En cualquier caso, no se abandonan las dos principales líneas de investigación seguidas hasta ahora, que son la acción de un pederasta que no llegó a consumar la agresión sexual y la de la venganza. Hipótesis que ha calado hondo en la barriada de El Torrejón, donde existe la convicción de que la muerte de Mari Luz Cortés ha sido un crimen.