Los ginecólogos desaconsejan vuelos largos en los dos últimos meses de embarazo

Los ginecólogos desaconsejan realizar vuelos largos durante las dos últimos meses de embarazo por los posibles riesgos que pueden entrañar para la mujer y el feto, y la mayoría de compañías aéreas requieren certificados médicos para admitir pasajeras en estado avanzado de gestación.

Ésta es la situación de la ministra de Defensa Carmen Chacón, que viajó hoy a Afganistán para visitar a las tropas españolas con un embarazo de siete meses y una semana. El riesgo de trombosis o embolia es el mayor problema que se presenta en un avión a las mujeres con embarazo avanzado, explicó el jefe de la Unidad de Obstetricia y Ginecología de la Clínica Ruber Internacional, Juan José Vidal Peláez, consultado sobre los efectos genéricos de los vuelos largos sobre embarazadas.

Si me piden un certificado para ir a China no lo doy

Los riesgos al volar aparecen a partir de la segunda mitad de la gestación, pero aumentan mucho desde el octavo mes de embarazo y, en este punto, Vidal es claro: hay que plantearse si el viaje es imprescindible y, en general, "si me piden un certificado para ir a China, no lo doy".

El ginecólogo asegura que los médicos no se responsabilizan de lo que pueda suceder en viajes largos en ese momento de la gestación, aunque matizó que el riesgo, tanto de trombosis como de parto prematuro, depende del estado de salud y los antecedentes médicos de la embarazada, y del tiempo y las condiciones del viaje.

El jefe de Obstetricia y Ginecología del Hospital Infanta Elena de Valdemoro, Oscar Martínez, coincide en que durante el octavo y el noveno mes de embarazo, es mejor evitar estos vuelos. El mayor riesgo se produce porque el flujo de sangre está "enlentecido" en las embarazadas debido a la compresión del sistema vascular ejercida por el útero, lo que facilita la aparición del síndrome de la clase turista, señaló Martínez.

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