Las autoridades austríacas investigan si Josef Fritzl construyó un dispositivo para que el zulo donde mantenía encerrada a su hija y tres hijos-nietos en la localidad de Amstetten se llenara de gas en caso de que a él "le pasara algo". Así lo informó hoy el portavoz policial Helmut Greiner, tras señalar que, aparentemente, Fritzl, un técnico electricista jubilado de 73 años, había advertido a su hija Elisabeth, a quien mantuvo encerrada en un zulo subterráneo durante 24 años, que si a él le "ocurría algo",
Los investigadores deducen que esa amenaza explicaría en parte por qué los prisioneros de Josef, Elisabeth y tres de los siete hijos que tuvo con él, nunca intentaron atacar a su "carcelero" para liberarse. Un bebé falleció apenas nacido.
35 especialistas en la casa
Por otro lado, el septuagenario detenido y acusado del más grave caso de secuestro, abuso e incesto conocido en Austria, declaró que había instalado un temporizador en la puerta de acero de 300 kilogramos para que se abriera en caso de que el mecanismo de apertura no fuera utilizado durante un cierto tiempo.
Según el portavoz policial, seis técnicos en investigación criminal analizaban la casa de Fritzl para averiguar el funcionamiento de esta puerta, de un total de 35 especialistas que continúan desde el domingo las pesquisas en el edificio.
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