Una joven embarazada fue obligada a cavar su propia sepultura antes de ser fusilada durante la última dictadura argentina, según ha revelado este viernes un ex gendarme al declarar en un juicio contra ocho ex militares que se celebra en la provincia de Córdoba (centro).

El ex gendarme Carlos Beltrán ha asegurado que fue expulsado de esa fuerza de seguridad por negarse a ejecutar a dos personas secuestradas por la dictadura (1976-1983), entre ellos una chica embarazada, aunque ha sostenido que fue testigo de sus fusilamientos en 1977.

"Era de noche cuando los llevamos en un camión Unimog a un monte y me pidieron que los fusilara. Me negué a hacerlo diciéndoles que eso era un asesinato", ha relatado el ahora ex gendarme.

Ha recordado que a las dos víctimas les hicieron cavar una fosa y, ante su negativa a ejecutarlas, fueron otros gendarmes los que cumplieron la orden.

"Los cuerpos fueron rociados con combustibles"

"La chica quedó moribunda y cuando intentó reincorporarse uno de ellos sacó una pistola y le disparó hasta matarla", ha comentado Beltrán, antes de precisar que los cuerpos fueron "rociados con combustibles" y les prendieron fuego.

"Esa noche me dejaron solo en el monte y fui calificado de cobarde. Más tarde, me dieron de baja de la fuerza", ha apuntado.

Carlos Beltrán es uno de los testigos que ha declarado este viernes en la undécima audiencia del juicio contra el general retirado Luciano Benjamín Menéndez, un emblemático represor de la dictadura argentina, y otros siete ex militares que actuaron bajo su mando.