Los Mossos que investigaron el caso de las dos policías asesinadas en Bellvitge apuntaron desde un principio al acusado, Pedro Jiménez , como al asesino, y descartaron que el crimen pudiera guardar relación con una supuesta trama de narcotraficantes a la cual ha hecho referencia el procesado, y definen el estado del piso donde encontraron las víctimas como "una sala de torturas". Así lo aseguró ayer el jefe de la investigación ante el tribunal que juzga en la Audiencia de Barcelona el caso de las dos agentes de la Policía en prácticas
Asimismo, ha aportado numerosas pruebas que incriminan directamente Pedro Jiménez, con las cuales ha quedado todavía más en evidencia la coartada defendida por el presunto asesino, que atribuyó los crímenes a un supuesto narcotraficante, un tal Álex, que nadie conoce de nada.
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