Cambio de perfil en los pacientes COVID que llegan a urgencias: previamente diagnosticados y con complicaciones

Personal sanitario en la entrada de Urgencias del Hospital de Alcalá de Henares.
Personal sanitario en la entrada de Urgencias.
Fernando Villar / EFE
Personal sanitario en la entrada de Urgencias del Hospital de Alcalá de Henares.
Personal sanitario en la entrada de Urgencias.Fernando Villar / EFE

Pacientes ya diagnosticados con anterioridad que hacen reactivaciones o evolucionan a formas más atípicas de la infección. Ese parece ser el nuevo perfil de enfermo de COVID-19 que en los últimos días está acudiendo a las urgencias hospitalarias a causa del coronavirus. Después de meses estudiándolo, el SARS-CoV-2 no ha perdido su capacidad para sorprender a los expertos y plantear nuevos desafíos en su tratamiento.

Lo explica a 20minutos Juan González Armengol, presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES), que detalla que durante el pico de la pandemia los pacientes con formas graves de COVID-19 padecían eminentemente neumonías bilaterales, mientras que en la actualidad los contagiados que acuden al hospital son enfermos ya diagnosticados previamente con un cuadro clínico muy distinto.

"Ahora lo que vemos son formas diferentes, a veces con lesiones cutáneas, con alguna alteración cardiaca, neurológica o digestiva. Algunos sufren de nuevo problemas respiratorios sin volver a tener neumonía. Otros tienen dolores musculares o padecen episodios febriles", relata Armengol, que es también jefe de Urgencias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

Apunta que, "de forma regular", están viendo complicaciones asociadas a esta patología, como trombosis. Se presentan en pacientes que desarrollaron inicialmente una forma grave de la enfermedad, fueron ingresados y recibieron "un tratamiento correcto, incluso con profilaxis", para evitar afecciones de esta índole. "Sin embargo, los casos nuevos son prácticamente residuales", señala, y recalca que los positivos recientes muestran, además, síntomas más leves que antes.

"Los casos nuevos son prácticamente residuales"

En este sentido, el presidente del SEMES dice que hace semanas que no registran ingresos de infectados por COVID nuevos en las Unidades de Cuidados Intensivos. "Los enfermos de la UVI son pacientes graves que permanecen allí desde el pico. Del mismo modo que ocurre con los fallecidos, la mayoría de los casos son secuelas de ese momento, no nuevos contagios", añade.

"Una evolución de la enfermedad"

Algo similar han detectado en el Hospital Clínic de Barcelona, cuenta el jefe del Servicio de Urgencias, Ernesto Bragulat. "Estamos viendo pacientes que vuelven después de haber sido COVID hace un mes o un mes y medio con otros problemas de salud. Algunos son de tipo digestivo; circulatorio, como trombos; o respiratorio, que no se acaban", matiza.

"Emerge algo que en el momento inicial ni nos planteábamos, son las reconsultas o las revisitas de las personas que ya han pasado el COVID. Le haces la PCR al paciente y es negativa, no parece que tenga una infección aguda, pero algo le pasa. Es una evolución de la enfermedad, de la que estamos aprendiendo todos", incide, y resalta que el número de enfermos con coronavirus que atienden en estos momentos diariamente es muy bajo.

Por su parte, en el Hospital Vall'Hebron de Barcelona también han apreciado un cambio en la sintomatología de los ciudadanos que van a urgencias con coronavirus. En este caso, no constatan tan claramente un aumento de las revisitas -aunque sí han atendido trombos vinculados a la COVID-19-, sino más bien una menor gravedad del cuadro clínico, expone la jefa de Servicio del centro, María Arranz.

Vuelta a "la situación pre-COVID"

Coinciden todos ellos en que el número de pacientes que llegan con coronavirus a urgencias ha caído drásticamente respecto a la época del pico de la pandemia y el funcionamiento de sus servicios ha cambiado en consonancia. "Vemos 2 o 3 casos nuevos al día frente a los 90 que llegamos a atender en su momento", apunta Bragulat, que insiste en que la situación cada vez se parece más a la previa a la crisis. "Estamos recuperando la actividad anterior y volviendo a la coyuntura pre-COVID", dice Arranz.

"Estamos recuperando la actividad anterior y volviendo a la coyuntura pre-COVID"

Detectan, eso sí, una bajada en el uso de las urgencias por parte de la población para atender otras afecciones, que Armengol y Bragulat achacan al "miedo al contagio". Denuncian que ha aumentado la morbilidad porque los ciudadanos prefieren esperar, en vez de ir al hospital por patologías cuyo pronóstico mejora enormemente con un tratamiento precoz. "Ha habido un descenso radical del número de infartos, de ictus… y eso estadísticamente es inviable, a no ser que hayan fallecido en sus casas", asegura el presidente del SEMES.

"Está viniendo un 60/70% de la gente que venía habitualmente", constata Bragulat, y ambos facultativos mantienen que es necesario concienciar a la ciudadanía de que no deben sentir miedo y que tienen que hacer un uso "adecuado y proporcionado" de las urgencias. "Lo seguro es venir", opina Armengol.

Nuevos protocolos

También concuerdan los tres profesionales en que la dureza de la pandemia y las dificultades que han debido afrontar para superarla les han permitido adoptar nuevos protocolos que mantendrán de forma permanente una vez pasada la emergencia sanitaria, pues les ayuda a mejorar su eficiencia.

En esta línea, Armengol destaca que la responsabilidad, la distancia física, los métodos de barrera y la higiene son claves para ganarle la partida al coronavirus. Todas ellas unidas a la detección precoz de la enfermedad, en la que deben participar "todo el sistema y toda la sociedad", pues también las empresas podrán, llegado el momento, identificar y reportar casos entre sus trabajadores.

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