"Mucho político y pez gordo pero hasta ahora nadie se había preocupado"

Mercedes Matallanas es la madre de Víctor, una de las doscientas primeras personas en inscribirse en la oferta de pisos del 'Pocero de Fuenlabrada', y durante una semana ha guardado religiosamente la cola a la espera de que se abriera el plazo de inscripción.

Con la voz ronca por el frío -"el domingo fue horrible", dice, "menos mal que el lunes compramos entre todos una estufa de queroseno"- exhibe la satisfacción por su hijo y por "todas las personas jóvenes" (y no tan jóvenes) que han creído que "merecía la pena el esfuerzo".

"Mucho político y mucho pez gordo, pero hasta ahora nadie se había preocupado". Hasta la llegada del 'Pocero'. Mercedes confía "plenamente" en su promesa. "Lo ha demostrado en el pasado", afirma, "y no hay por qué dudar de su palabra ahora".

Como otros muchas personas que han aguantado estoicamente durante siete días, Mercedes se muestra satisfecha, cansada y emocionada a partes iguales. "Hubo un poquito de tensión en los últimos momentos", pero nada más. "Ha sido un ejemplo de convivencia y de organización".

Repartidos en grupos de quince o veinte personas, con un coordinador para cada uno encargado de confeccionar las mini listas, las casi 2.500 personas han aguardado en armonía y feliz conviviencia a la espera de esas prometidas "viviendas dignas a precios razonables". Ahora, y tal y como dice Mercedes, sólo queda esperar y, sobre todo, "descansar de esta semana de locos".