Patxi López: "No acepto amenazas, el PNV no es el régimen ni la religión de Euskadi"

El candidato del PSE a la Lehendakaritza, Patxi López,  ha ofrecido una rueda de prensa para hacer una primera valoración sobre los resultados de las elecciones autonómicas del pasado 1 de marzo, en las que el PNV fue la fuerza más votada, aunque no podrá reeditar el tripartito.

No renuncio a recabar los apoyos necesarios para ser investido lehendakari
Patxi López ha repasado los
resultados del PSE (
24 escaños, un
30,7% de los votos) y ha insistido en que no renuncia "a recabar los apoyos necesarios para ser investido lehendakari". "
Me siento legitimado para hacerlo, decía".

En su opinión,

"la  ciudadanía nos ha convertido en la alternativa al Gobierno de Ibarretxe".  López ha defendido el proyecto socialista como el del "cambio, la modernización, el diálogo social y la unidad".
No acepto amenazas de ningún partido, el país no es suyo
El socialista ha tenido
duras palabras para el
PNV, el partido que más votos ha obtenido en las elecciones. López ha asegurado que el PNV "no tiene por qué estar en el Gobierno vasco sí o sí" y que
será positivo para la formación pasar a la oposición, "allí es donde se demuestra la altura política", decía.
"No acepto amenazas de ningún partido, porque el país no es suyo", subrayaba, al tiempo quepedía al PNV que asuma "que
no es el régimen ni la religión de Euskadi, y, a veces, estará en el Gobierno y, a veces, en la oposición".

López ha fijado como
"objetivo irrenunciable" que el próximo lehendakari de Euskadi "sea socialista" porque
"dará estabilidad y generará seguridad"  desde el acuerdo con otros partidos y el consenso con los agentes sociales. 

El candidato también ha dado las gracias a los 316.000 ciudadanos y ciudadanas que han apoyado al PSE, y ha destacado que es "un resultado histórico, el mejor obtenido nunca".

Pendientes de un escaño

En las elecciones del 1-M, el PNV logró 30 escaños, el PSE-EE 24, el PP 13, Aralar 4, EA 2 y EB y UPyD 1. Queda el recuento del voto extranjero, que podría dar a los socialistas otro escaño por Álava en detrimento de Eusko Alkartasuna. La mayoría absoluta está en 38 escaños, con lo que tendrá que haber acuerdos entre formaciones o un gobierno en minoría que funcione con pactos puntuales. Esa es la fórmula por la que se decantan los socialista.

El PNV, que también podría gobernar en solitario, también ha dejado claro que no renuncia a la Lehendakaritza. Íñigo Urkullu cree que el PSE quiere "la cabeza de Ibarretxe como trofeo" y no está dispuesto a sacrificar al hasta ahora lehendakari por un pacto con los socialistas.

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