El repunte de contagios de covid aumenta la presión y demora en la Atención Primaria: "La situación ahora mismo es de ola epidémica"

Archivo - Varias personas hacen cola en el Centro de Salud Vicálvaro-Artilleros en el distrito de Vicálvaro
Cola en el Centro de Salud Vicálvaro-Artilleros en el distrito de Vicálvaro
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Archivo - Varias personas hacen cola en el Centro de Salud Vicálvaro-Artilleros en el distrito de Vicálvaro

Cuando, recién estrenado el verano, ya prácticamente nadie pensaba en la pandemia de coronavirus, y la guerra en Ucrania, la subida del precio del combustible y la inflación centraban las preocupaciones de los españoles, la COVID ha vuelto en forma de séptima ola para recordar a la población que sigue muy presente. Los sublinajes de ómicron BA.4 y BA.5, más contagiosos que las variantes anteriores, han disparado en las últimas semanas los casos, que son, además, más sintomáticos. Tal es la subida que la Generalitat ha pedido mantener las precauciones recomendadas, como usar la mascarilla en lugares cerrados o masificados.

En un escenario en el que el Ministerio de Sanidad solo ofrece los datos de incidencia en personas de más de 60 años, este aumento de contagios lo han experimentado los profesionales de Atención Primaria, tal como explica a 20minutos el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Lorenzo Armenteros. "Estamos viendo pacientes continuamente. No llega a los niveles del primer momento de la infección de la COVID por ómicron, que fue una avalancha, pero sí está en unas cifras mas elevadas que las del final de la sexta ola", añade.

"La situación ahora mismo es de ola epidémica, lo que pasa es que está enmascarado porque no se dan las cifras. Yo, que trabajo por la tarde y atiendo eminentemente población joven, estoy con un diagnóstico entre cinco y siete pacientes diariamente. La incidencia es alta", apunta. Se trata de un crecimiento del número de casos generalizado en todo el país, percibido en las últimas "tres o cuatro semanas, cuando comenzaron a predominar los sublinajes BA.4 y BA.5".

Con esta apreciación coincide José María Molero, portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), que afirma haber detectado un alza de casos en las últimas tres semanas, tanto entre los pacientes vulnerables a los que realizan pruebas de diagnóstico -de acuerdo con los protocolos vigentes- como entre quienes llaman por teléfono al centro con un resultado positivo en un test de antígenos y síntomas. 

Perfil de los contagiados

Respecto al perfil de los infectados de coronavirus que acuden a las consultas de Atención Primaria, se trata de personas jóvenes, entre los 30 y los 45 años, vacunadas, de gran movimiento relacional, con una vida social y laboral activa, detalla Armenteros. "La gente mayor, de 65 y 70, es muy precavida. Está todavía con mascarilla y no le gusta entrar en los bares porque hay quien no la lleva, son los más respetuosos", agrega Armenteros.

"La situación ahora mismo es de ola epidémica, lo que pasa es que está enmascarado porque no se dan las cifras. Yo estoy viendo entre 5 y 7 casos al día"

A esta tipología de paciente, Molero añade una segunda: personas mayores con síntomas leves que piden cita no porque estén preocupados por la enfermedad, sino porque algún familiar ha resultado positivo o simplemente quieren consultar alguna duda con su médico de cabecera. "No estamos viendo el grupo de inmunodeprimidos. Aparte de que es poco numeroso, muchos de ellos acaban en urgencias hospitalarias o en el hospital donde les hacen el seguimiento", resalta.

Además, la mayor infectividad de estos sublinajes, "junto a la liberalización de las medidas hace unos meses", han provocado que muchos de los positivos ignoren el origen del contagio. "Ha tenido más peso lo que la gente quería, una especie de populismo epidemiológico, en la situación que vivimos con la guerra, con la inflación, con todo… que, por lo menos, nos quiten la mascarilla", señala el portavoz de la SEMG.

En cuanto a la manifestación de la enfermedad, los enfermos no presentan cuadros más graves, pero sí más sintomáticos: "Son característicos el dolor de garganta muy intenso y la tos. Secundariamente, el paciente puede experimentar tres o cuatro días de fiebre, malestar y cansancio". 

Demoras en los centros de salud

Son estos síntomas los que han empujado a los enfermos de COVID en esta séptima ola a visitar a sus médicos de cabecera, que atienden presencial y telefónicamente. Esta mayor afluencia a los centros de salud y las bajas por coronavirus de los propios facultativos han provocado retrasos en las citas, ahonda Armenteros, reincorporado al trabajo tras coger la baja hace poco más de dos semanas tras resultar positivo. 

"Son característicos el dolor de garganta muy intenso y la tos. Secundariamente, el paciente puede experimentar tres o cuatro días de fiebre, malestar y cansancio"

Ante esta falta de recursos, se lamenta: "No hemos empezado todavía la fase de vacaciones y ya tenemos ausencia de personal. Hay consultas o bien duplicadas o incrementadas con el número de pacientes diarios. Aún así, al haber más, no da tiempo de meterlos a todos en el mismo día". Estas demoras, indica, han causado que algunos enfermos recurran a los servicios de Urgencia de los hospitales o de Atención Primaria, allá donde los hay.

Ahora bien, Molero aclara que, "a lo largo de tres, cuatro o cinco días", es posible conseguir una cita con el médico deseado y, por protocolo, los ambulatorios disponen de un médico de guardia. "Si tú te encuentras mal y quieres que te vean en ese momento, hay un sistema por el que cada centro de salud tiene un médico de urgencias que te puede ver", remarca. Por todo ello, considera que cuantificar la carga de trabajo con los tiempos de espera "no es una foto buena".

A lo que el portavoz de la SEMG rebate: "Si un paciente tiene malestar con estas manifestaciones y no lo ven en cuatro días, no espera. Cuando no se solventa bien desde Primaria, acude a otro centro, y como las Urgencias hospitalarias son libres... Todo esto ha generado un incremento de asistencia también ahí. La necesidad de ir al médico cuando te encuentras mal no te la puede resolver nadie más que el médico", profundiza. 

Repercusión en Urgencias

De esta subida de la afluencia a Urgencias ya avisaron este mismo martes los médicos de estos servicios, a través de un comunicado en el que hablaban de un incremento de la carga de hasta el 30% en algunas comunidades. La causa: la ola de calor, los casos atípicos de infecciones respiratorias en estos meses del año y los nuevos contagios de coronavirus. Todo ello, recalcan, ha conducido a una "situación insostenible en un escenario dinamitado por la escasez de médicos y el reajuste de recursos debido a las próximas vacaciones estivales".

"Viene el de 60 años con bronquitis crónica agudizada, pero también el de 17 años que tiene tos"

Esta sobrecarga denunciada por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) la corrobora su presidente en Cantabria, Luis Prieto, que reconoce "haber notado bastante" el aumento de casos COVID. No obstante, no lo circunscribe exclusivamente al último mes, como sus colegas de Atención Primaria, sino desde Navidad. "Desde entonces, poco a poco ha ido aumentando. Hubo un pequeño descenso, bastante leve, hace mes o mes y medio, pero muy pequeño, y ha vuelto a subir después", sostiene.

De hecho, el número de personas hospitalizadas por coronavirus en España ha crecido un 22,58% durante la última semana, con subidas en todas las comunidades autónomas, a excepción de Canarias y Cantabria, según los datos de este martes. También se ha producido un alza significativa del 19,9% en los pacientes COVID en cuidados intensivos y Sanidad ha notificado 302 nuevos fallecidos por la pandemia desde el pasado martes.

Pacientes de todo tipo en Urgencias

Se trata, igual que en el caso de los centros de salud, de un fenómeno homogéneo en toda España, pero el perfil de enfermo que llega a Urgencias cambia respecto al de Primaria. "Vienen todos. El de 60 años con bronquitis crónica agudizada, pero también el de 17 años que tiene tos. Muchas veces, en otros niveles asistenciales se les pauta paracetamol por teléfono sin hacerles una exploración física presencial y en el único sitio donde consiguen una radiografía de tórax y cualquier otra prueba complementaria tampoco muy invasiva es aquí", destaca Prieto.

"Muchos de estos pacientes no suponen un problema para el sistema porque no van a redundar en ingresos, pero hay que verlos, producen cola, ocupan un box y generan trabajo", narra el urgenciólogo. Por el contrario, quienes terminan quedándose hospitalizados son personas mayores con patologías asociadas descompensadas por culpa del coronavirus.

Con respecto a otras olas, Prieto considera que esta es "distinta": "No es esa presión, con ese miedo y esa gente que se te moría en Urgencias malísima". Sin embargo, ahora registran problemas de camas para ingresos a causa del incremento de la afluencia mantenido desde hace meses y de la reanudación de la actividad quirúrgica, "a pleno rendimiento e incluso más, para intentar acabar con las listas de espera". 

"Nosotros seguimos ofreciendo nuestro trabajo, asistencia presencial en todo momento y recibimos a todos los pacientes con los brazos abiertos"

Sin embargo, el presidente de SEMES Cantabria lo tiene claro: "Nosotros seguimos ofreciendo nuestro trabajo, seguimos ofreciendo asistencia presencial en todo momento y recibimos a todos los pacientes que necesiten algo con los brazos abiertos y así lo hemos transmitido. Lo llevamos haciendo en todo momento y así seguiremos".

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