Tras treinta años separados, Marianne siente la necesidad de ver de nuevo a su ex-marido, Johan. Así, un precioso día de otoño, decide ir a visitarlo a su antigua residencia de verano.

En la casa también pasan las vacaciones el hijo de Johan, Henrik, y la hija de este, Karin. Marianne no tardará en darse cuenta de que las cosas no van bien, y se ve envuelta en una complicada e incómoda lucha por el poder.

Tras Fanny y Alexander, el director sueco Ingmar Bergman anunció que su relación con el cine había terminado. Afortunadamente, no ha sido así y ahora estrena Saraband, un impactante drama contemporáneo sobre la lucha por el poder, la liberación y la reconciliación.

Esta película, cuyo título hace referencia a un baile erótico muy popular en las cortes reales de los siglos XVII y XVIII, fue concebida en 2003 como serie para la televisión sueca -donde se emitió con el nombre de Anna-, pero a nuestro país llega directamente a la gran pantalla.

Bergman retorna con Marianne y Johan, los personajes protagonistas de Escenas de un matrimonio; al final de aquella se separaban, y ahora, 30 años después, vuelven a encontrarse.

Para ello, no ha dudado en contar de nuevo con los mismos actores de entonces: su alter ego, Erland Josephson (La insoportable levedad del ser), y la actriz y directora Liv Ullman (Infiel), eterna musa del admirado realizador.

Todo un ejercicio de estilo, dividido en diez diálogos, en el que Bergman recoge a modo de testamento todas las obsesiones que han caracterizado su filmografía y, por supuesto, su vida: la soledad, la incomunicación, la muerte, las relaciones paterno-filiales, la fragilidad de la vida en pareja...

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