Mourinho se hizo notar en el Camp Nou

El entrenador portugués del Inter de Milán, Jose Mourinho (i), festeja el pase a la final de su equipo frente al portero del FC Barcelona, Víctor Valdés (2i).
El entrenador portugués del Inter de Milán, Jose Mourinho (i), festeja el pase a la final de su equipo frente al portero del FC Barcelona, Víctor Valdés (2i).
EFE
El entrenador portugués del Inter de Milán, Jose Mourinho (i), festeja el pase a la final de su equipo frente al portero del FC Barcelona, Víctor Valdés (2i).

El entrenador del Inter de Milán, José Mourinho, volvió a ser protagonista una noche más en el Camp Nou con el comportamiento que tuvo en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones, entre el Barça y el Inter de Mlián (1-0).

El portugués, que está considerado como el peor enemigo de la afición azulgrana, capitalizó la atención del choque desde la rueda de prensa del martes y comenzó su típico 'show' aplaudiendo a los segudores interistas dentro del campo, antes de que el árbitro pitara el inicio del choque.

Durante los primeros minutos del partido y ante los gritos que llegaban desde la grada, el luso dedicó el gesto de 'los pajaritos' con la mano, calentando un poco más, si cabe, el ambiente en la vuelta de las semifinales.

A la media hora de partido, Motta fue expulsado por doble amarilla, tras un manotazo a Busquets. En ese instante, Mourinho se acercó al área técnica de Guardiola, que aprovechaba para dar instrucciones a Ibrahimovic, le agarró de la chaqueta y le dijo algo al oído.

De ahí en adelante, gestos exagerados al banquillo contrario, paseos fuera del área técnica y protestas incesantes al árbitro, intentado ganar tiempo en cada acción del partido.

Valdés se encaró con Mourinho

En la segunda parte, el portugués le quitó un balón a Messi cuando se disponía a sacar rápido, para consumar la remontada que les metiera en la final.

Con el pitido final, Mourinho descargó toda su adrenalina dentro del campo, con los brazos levantados, en busca de sus jugadores. En ese momento, Víctor Valdés se dirigió hacia el entrenador, le agarró de los brazos y el árbitro tuvo que separarles.

Para acabar, un abrazo sentido con Eto'o bajo el agua de los aspersores de riego, que fueron activados por el Barça mientras celebraban el pase los jugadores del Inter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento