Son muy pocos, pero hay algunos dibujantes que tienen la fortuna de encontrar su personaje popular, ese que trasciende las viñetas y pasa a formar parte del imaginario colectivo. Manuel Vázquez acertó de pleno con La familia Cebolleta, clan hilarante que ahora celebra 60 años de carcajadas.
"Los primeros años fueron de una crítica social muy dura, atacando la idea de la familia como ese entorno agradable y pacífico que quería vender el fascismo", apunta el experto en cómics Toni Guiral.
El nacimiento de la serie se retrotrae a 1951, cuando aquel grupo singular hizo su puesta de largo en la revista DDT, una publicación para adultos de la editorial Bruguera. Don Rosendo era el progenitor y cabeza visible de los Cebolleta, una familia que se completaba con la esposa (Doña Leonor), los hijos (Diógenes y Pocholita), el abuelo (Argimiro de la Fosa) y el loro Jeremías, un bicho de plumas verdes y espíritu socarrón.
El carácter transgresor de La familia Cebolleta se difuminó a partir de 1956, resultado de una mayor atención hacia los tebeos por parte de la censura franquista. La tijera hizo estragos en el seno de los Cebolleta, que de la noche a la mañana no sólo perdieron buena parte de su mala baba, sino que también dijeron adiós a su hija Pocholita, una joven demasiado voluptuosa para los estándares femeninos del régimen.
Por fortuna para la historia de las viñetas españolas, La familia Cebolleta no fue el único icono del tebeo español. Muchos otros personajes han pasado a la historia del noveno arte en España.
Las hermanas Gilda
La inocente Hermenegilda se pasaba la vida buscando un marido mientras que su hermana mayor, más madura y de actitud más seca, intentaba frustrarla constantemente.
Fueron representación de la represión sexual de posguerra hasta que la censura amenazó y hubo que rebajar el tono de los contenidos.
Anacleto, agente secreto
El protagonista es un joven moreno y con flequillo que debe afrontar las complicadas misiones que le encomienda su autoritario jefe. Esta relación laboral es la que pone el contrapunto costumbrista a las tramas del tebeo, más centrado en las aventuras de Anacleto.
Mortadelo y Filemón
Los tebeos cuentan las aventuras y desventuras que sufren los dos personajes durante el cumplimiento de sus misiones, siempre aderezadas por elementos propios de la España de la época como la picaresca, la chapuza, el hambre, la pobreza, etcétera. Otros personajes de gran relevancia en sus historias son El Súper (jefe de Mortadelo y Filemón), la obesa señorita Ofelia (la secretaria) y el profesor Bacterio, el científico que ponía el punto surrealista a las historias con sus extravagantes inventos.
Superlópez
Sin embargo, el personaje no tardó en relegar su papel como defensor de la justicia a un segundo plano y comenzar a preocuparse más por sus problemas cotidianos, tanto de su vida privada como en la oficina en la que trabajaba de contable.
Zipi y Zape
Tras los gemelos, los personajes de mayor protagonismo eran Don Pantuflo Zapatilla (el oronodo padre de Zipi y Zape, casi siempre ataviado con un albornoz y unas zapatillas), Doña Jaimita (madre y sufridora de los chiquillos) y Don Minervo (maestro de los gemelos y encargado de meterles en vereda en la escuela).
Pepe Gotera y Otilio
El botones Sacarino
El botones Sacarino es un joven cuya torpeza y vagancia no paran de meterle en problemas. Los dos personajes que se oponen a la figura de Sacarino son el director y el presidente, ambos con actitud muy irascible.
El director es representado con un corte tiránico, siempre tratando de abusar de los trabajadores y de agradar a sus superiores.
Carpanta
Todas las historias del frustrado Carpanta se centraban en su hambre y sus grandes dificultades para conseguir comida o un trabajo con el que sustentarse. Las viñetas reflejaban la dura situación de la España de posguerra y estuvieron a punto de sufrir las exigencias de la censura franquista. Antes de que la tijera ejerciese su papel, el autor redujo el tono del tebeo.
Rompetechos
Todos los chistes de Rompetechos están provocados por sus constantes confusiones: nunca lee bien los letreros, confunde unos objetos con otros, a personas con animales, los lugares por los que pasa... Los errores del personaje siempre acaban en el algún desastre que provoca su ira, aunque siempre por ideas suyas muy alejadas de la realidad.
13, Rue del Percebe
No existe una trama común, cada personaje vive su situación particular en esa única viñeta. cada uno de ellos tiene una personalidad y una temática en la que siempre está encasillado: la portera, el ladrón torpe, el moroso de la azotea, la dueña de la pensión, el veterinario... Incluso Rompetechos se dejaba caer por el vecindario de vez en cuando. La viñeta se ha publicado en diversas revistas y recopilaciones.
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