Estamos a muy pocas semanas de tener gobierno y de que el presidente vuelva a ser Mariano Rajoy, según se pudo intuir ayer. Quizá no sea la primera semana de agosto, pero mucho tiene que cambiar la película para que lleguemos a septiembre sin un pacto que le garantice la investidura. Lo que ayer se vivió en el Congreso es la constatación de que el PP sí es capaz de encontrar la mayoría de centro-derecha que el PSOE le exigía que buscase. Ese apoyo la ha encontrado públicamente en Ciudadanos, pero están además los 10 votos anónimos que vendrían de Convergencia y otros nacionalistas. Si en las próximas semanas Rajoy consiguiese ser presidente con una mínima complicidad de la formación que preside la Generalitat se habrá dado un paso relevante para la normalización política en España, impensable hace apenas un mes. Eso sí, no estará de más saber el precio pagado.

De Candy Crush a Pokémon Go.

Nacionalismo proPP.

El PP ya no está solo.

Todos contra todos.

¿Nada ha cambiado?

Que no paren.

A la política se viene llorado de casa