Los periodistas no trabajamos en una burbuja. Formamos parte de la sociedad. Nuestro trabajo ayuda a transformarla. Es decir, influimos, conscientemente o no. Cualquier partido político, empresa, institución o personaje público sabe que de la imagen que proyecte el espejo de los medios de comunicación depende buena parte de su éxito a corto o largo plazo. Y, por tanto, claro que recibimos presiones. Alguna vez, en forma de sugerencias bien intencionadas. Otras no tanto. Nuestra reputación, nuestra ética profesional, depende de que cedamos o no.
Otro asunto es lo denunciado por la APM: el acoso continuado de la dirección de un partido político a periodistas que cubren sus informaciones. Ante conductas de este tipo la resistencia numantina del último eslabón parece imposible. O ceden y denuncian. Nunca olviden la tesis de Jefferson: mejor periódicos sin gobierno que un gobierno sin periódicos.
ARTÍCULOS RELACIONADOS:
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios