Hay piratería, se arrinconan marcas... la guerra es feroz

Salvaje. Así es la batalla por vender productos en el mercado. Día tras día. En toda España.

Solo en este contexto de lucha despiadada por el éxito y la supervivencia empresarial se entiende el enfrentamiento despiadado entre las grandes cadenas de distribución que potencian sus marcas blancas (Mercadona, El Corte Inglés, Lidl, Carrefour...) y Promarca, la asociación que engloba a buena parte de los fabricantes de marcas líderes de alimentación, bebidas, droguería y perfumería de España.

Estos segundos parecían estar cómodos batallando entre sí antes de la crisis económica que dejó a España casi hundida. La economía iba bien, los españoles compraban sus marcas de forma regular y su cuenta de resultados daba beneficios.

Con la crisis todo cambió. Los consumidores pasaron a mirar con lupa los precios... e irrumpieron con mucha fuerza las marcas blancas.

La guerra por el mercado se desató de forma brutal. Las marcas líderes denuncian que  los supermercados juegan sucio. Aseguran, por ejemplo, que se dificulta el acceso de los consumidores a sus productos, e incluso que los ocultan, en beneficio de las marcas blancas. Incluso, alertan de que han creado parasit brands o marcas parásitas, que aparentan ser las tradicionales para confundir a los compradores.

Es la ley del mercado, que se está llevando por delante a las llamadas marcas sándiwch, segundas marcas que no son blancas pero tampoco líderes. La clase media de las marcas.