Según informaron fuentes jurídicas, cuando Bouchar fue preguntado por su estancia en la vivienda de la localidad madrileña de Leganés donde siete de los autores materiales de la masacre se suicidaron el 3 de abril del año pasado tras ser cercados por la Policía, respondió "¿dónde está Leganés?".
Bouchar, que presta declaración en árabe asistido por un traductor y un abogado de oficio, fue la persona que supuestamente alertó a los terroristas de la presencia policial en las inmediaciones del piso, y después se dio a la fuga a la carrera.
Este imputado, que este lunes prestó declaración durante siete horas, hasta las dos de la madrugada, compareció de nuevo el martes ante el magistrado a las dos de la tarde. Seis horas después, ante una pregunta en este sentido de Del Olmo, afirmó encontrarse en condiciones de seguir con el interrogatorio, que continuaba a las 21.00 horas y que se prevé pueda prolongarse hasta la madrugada.
A Bouchar, como al resto de los presuntos implicados en el 11-M que han sido detenidos o que han comparecido ante el juez, le han sido tomadas las huellas dactilares y muestras de ADN para compararlas con las encontradas en los escenarios de los atentados.
También se comprobará si su letra coincide con la de los documento hallados, para lo que prestará un cuerpo de escritura.
El padre, una hermana y un cuñado de Bouchar se personaron ayer en la Audiencia Nacional antes de que éste comenzara a declarar y fueron recibidos por Del Olmo.
Jefe de Estupefacientes de Avilés
El juez también tomó declaración por la mañana, en calidad de testigo, al inspector jefe de Estupefacientes de Avilés (Asturias), Manuel García Rodríguez, con quien presuntamente contactaba el confidente y ex minero José Emilio Suárez Trashorras, en prisión acusado de haber facilitado los explosivos para los atentados.
García compareció por primera vez en el Juzgado en mayo de 2004 y entonces el juez le pidió que aportara los datos de que disponía acerca de las personas del entorno de Suárez Trashorras. Posteriormente, en noviembre, Del Olmo sometió al inspector a un careo con Suárez Trashorras, durante el cual no se pusieron de acuerdo acerca de qué información barajaban sobre algunos de los terroristas del 11-M con los que había tenido contacto el ex minero en Asturias.
Suárez Trashorras declaró que sus contactos con algunos terroristas del 11-M en Asturias estaban relacionados con el tráfico de hachís y que un encuentro que mantuvo por este motivo en noviembre de 2003 con Jamal Ahmidan, "El Chino", y Rafa Zouhier lo puso en conocimiento del inspector jefe de Avilés.
Este último, por su parte, señaló durante el careo que sólo supo de ellos a finales de diciembre de 2003 o principios de 2004 y que sólo habló de explosivos con su confidente con motivo de la operación "Pipol" contra el tráfico de drogas.
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