Más de 1.900 personas han muerto desde principios del año en Níger, Nigeria y Chad a causa de una importante epidemia de meningitis. Más de 200 trabajadores internacionales de MSF y unos 3.500 trabajadores locales han sido movilizados para atender a las personas que ya han desarrollado la enfermedad y para vacunar a casi 7 millones y medio de personas. En todos estos países del oeste de África, MSF está trabajando en colaboración con los Ministerios de Salud para reducir al máximo el número de muertes.
MSFSin tratamiento, la mitad de los enfermos infectados con meningitis bacteriana mueren. Y aún cuando se administra un tratamiento antibiótico a tiempo, entre el 5 y el 10% de los enfermos fallecen. En un país tan densamente poblado como Nigeria, una epidemia de meningitis representa una amenaza mortífera para cientos de miles de personas.
François Servranckx/MSFEl tratamiento es simple: una sola dosis de Ceftriaxona basta en la mayoría de los casos. Una vez que se les ha suministrado este antibiótico, incluso aquellos pacientes que estaban más débiles pueden llegar a recuperarse en pocas horas. Eso sí, la atención médica debe dispensarse muy rápido porque la mayoría de muertes ocurren en los dos primeros días desde que se contrae la infección.
François Servranckx/MSF“Cuando entras en un centro de salud, enseguida puedes distinguir a los niños con meningitis por su postura. No quieren ni moverse, sus ojos están cubiertos porque la luz les hace daño, su respiración es rápida porque tienen fiebre o dolor. Pero en cuanto reciben tratamiento la diferencia es extraordinaria", cuenta Susan Umstat, enfermera de MSF, Zamfara, Nigeria.
Francois Servranckx/MSFLa prioridad para los equipos sanitarios es asegurar que los tratamientos estén disponibles en cantidades adecuadas incluso en los puestos de salud más pequeños. Los casos severos se derivan a las estructuras hospitalarias. En Nigeria, el sistema de salud funciona y MSF no ha tenido que instalar estructuras de salud de emergencia. A fin de limitar el número de muertes, la población puede ser inmunizada en zonas donde se ha alcanzado el umbral epidémico mediante vacunaciones masivas.
Claude Mahoudeau/MSFCada equipo de vacunación está compuesto por unas cinco personas que inmunizarán, como aquí en el estado de Katsina, Nigeria, a unas 1.500 personas al día. Casi siempre se vacuna a toda la población de edades comprendidas entre los 2 y los 30 años, protegiéndola así durante 3 años contra la cepa A de la meningitis meningocócica, la cepa más frecuente en África.
François Servranckx/MSFEsta vacunación masiva requiere una organización rigurosa. Los logistas han montado una especie de rotonda para poder controlar mejor a la multitud, han suministrado todo el material necesario y se han ocupado de la gestión de los residuos. Los equipos de vacunación están compuestos por un vacunador, un preparador que diluye las vacunas y llena las jeringuillas y los registradores.
Claude Mahoudeau/MSFLas vacunas tienen que conservarse a una temperatura de entre 2 y 8 grados hasta el momento de la inyección. Por ejemplo, para vacunar a 10.000 personas, la cadena de frío requiere un congelador, un refrigerador, cinco neveras portátiles como la que aparece en la fotografía, 10 porta-vacunas, 400 acumuladores de frío, 15 termómetros y 15 bolsas isotérmicas. Sólo la parte de la intervención dedicada a la vacunación, ya cuesta en torno a un dólar por persona vacunada.
François Servranckx/MSFDos semanas después de la vacunación, el número de casos de meningitis disminuye. Una nueva vacuna contra la meningitis A que podría poner fin a devastadoras epidemias se irá introduciendo gradualmente durante los próximos años en los países más afectados. Mientras tanto, intervenciones como esta salvan muchas vidas.
Claude Mahoudeau/MSF