Elena, la vasca que eligió la Palencia rural para emprender de forma sostenible

En la comarca de Tierra de Campos, en el pequeño pueblo palentino de Frómista, encontramos un proyecto con identidad propia: el Eco-Hotel Doña Mayor. Natural del País Vasco, Elena Totorica estudiaba Dirección y Administración de Empresas cuando un conocido de sus padres puso a la venta este hotel.

Junto a su familia, decidió exprimir todo su potencial a la par que convertirlo en sostenible y ecológico: “Nosotros apostamos por las energías renovables porque tenemos la convicción de que hay que vivir de forma sostenible y en armonía con la naturaleza”, explica.

Su historia ocupa el capítulo 12 de #yopueblo, una iniciativa de Endesa que recorre la España rural en búsqueda de aquellos emprendedores que han sabido encontrar oportunidades en pequeños pueblos del país. Endesa nació en León en 1944 y siempre ha estado muy ligada a las comunidades locales, a las que hoy acompaña ofreciendo oportunidades y soluciones en los procesos de electrificación y sostenibilidad, claves para el futuro de la sociedad y del planeta.

Con las bases en la electrificación y en la sostenibilidad, este lugar de hospedaje saca máximo partido a su entorno, apostando firmemente por incentivar actividades en la zona mientras que brinda comodidad a sus huéspedes, muchos de ellos peregrinos que recorren el Camino de Santiago. Para Elena, reconvertir el hotel “es bueno para la parte económica del negocio, para el planeta y para todos. Creo que todos debemos sumar y esto lo tenía claro desde el principio”.

Aprovechar los recursos que ofrece el planeta mientras que lo respetas es la intención y el motor de este proyecto. Además, los habitantes y turistas disfrutan de muchas horas de sol durante todo el año, siendo una de las fuentes naturales de energía más evidentes y aprovechables de la región. Adoptar un estilo de vida que implique cuidar al medioambiente reporta beneficios a nivel económico, de imagen de marca y ecológico, “lo cual es beneficioso en todos los sentidos”.

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El hotel cuenta con dos tipos de paneles, los que calientan el agua del hotel para las duchas y los paneles de electricidad, que se utilizan para todo el consumo eléctrico del hotel y para el aire acondicionado, entre otras funciones. En los albores del proyecto, los primeros que se instalaron estaban destinados para el agua caliente. A posteriori se instalaron los de electricidad: “Paso a paso hemos ido incluyendo elementos que hiciesen la visita más sostenible”.

La transformación en ecológico suponía un reto muy grande a nivel personal, pero Elena y su familia nunca tuvieron dudas de que esta era “la única manera en la que quería ofrecer turismo a las personas que venían aquí”. El camino de reconversión del alojamiento hacia uno respetuoso con el medioambiente es un proceso “que no es automático”, pero que con el tiempo solo ofrece ventajas a los huéspedes y a la propia gerencia del hotel.

RESPETO A LA NATURALEZA

No solo los peregrinos que realizan el Camino de Santiago acuden a descansar a este hotel. También hay muchos visitantes de Frómista que acuden por la belleza natural del propio pueblo y de sus alrededores, así como de las actividades que se pueden llevar a cabo en el mismo: “Invitamos a los huéspedes del hotel a que sientan el ritmo del pueblo, que se relajen, que disfruten de la naturaleza que nos rodea, que salgan por la noche a ver las estrellas y que se interesen por la historia”.

Asimismo, la forma en la que trabajan en el Eco-Hotel Doña Mayor fortalece las interrelaciones con las personas del entorno y beneficia mucho a la región y al territorio. Elena Totorica y su equipo ofrecen planes a los huéspedes que incluyan a personas, a guías locales, a pequeñas empresas y a agencias de turismo.

«Recorrer el Canal de Castilla en bici y pasear en barco es otro de los reclamos de Frómista»

 El Canal de Castilla es otro de los principales reclamos de Frómista y del propio hotel. Recorrerlo en bici, las noches de estrellas, la piragua por el río, los paseos en barco, las visitas a bodegas, el patrimonio y la gastronomía local invita a pasar unos días de disfrute y relajación en este hotel.

Además, a los huéspedes “les hace mucha ilusión que sea un Eco-Hotel, porque se sienten identificados normalmente con la filosofía de respetar al medioambiente, de hacer un turismo más pausado, más sostenible y lo valoran mucho”.

Elena está convencida de que emprender en pequeños pueblos y en proyectos sostenibles es el camino correcto. Vincular tu actividad empresarial como tu proyecto de vida le ha generado “mucha satisfacción”, puesto que “no es un negocio en el que no ves claramente los resultados, sino que aquí los clientes cuando se marchan y te dicen que es el mejor hotel en el que se han quedado, recibes de vuelta la satisfacción que has generado en ellos”.