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Poco podía imaginar aquel niño madrileño, cuando pasaba sus veranos en Borja con su familia, que ese pequeño pueblo del noreste de la provincia de Zaragoza, de donde era oriundo su padre, se convertiría en el epicentro de su trayectoria vital y profesional. Ese niño es Emilio del Caso, actual director general de Bodegas Borsao, que sonríe azorado cuando afirma sin dudarlo que su mujer, borjana de nacimiento, ha sido el principal motivo por el que abandonó la capital de España hace ya 23 años.

Reconoce, a su vez, que hubo otra historia de amor, absolutamente compatible con su romance y determinante para su apuesta por el entorno rural, que es la que Emilio sostiene con la naturaleza, la tierra y los frutos de la comarca zaragozana del Campo de Borja y que se encarna en el modelo de gestión sostenible que ha asumido la bodega que dirige.

Su historia es la decimocuarta protagonista de #yopueblo, una iniciativa de Endesa que recorre la España vacía para encontrarse con aquellos que comparten el objetivo de construir un mundo más limpio y sostenible. A través de la electrificación y las fuentes y renovables, se emprenden nuevos proyectos y se generan grandes oportunidades en el entorno rural a los que la compañía quiere dar voz.

En el caso de Emilio, es el vínculo con el campo el que define su día a día, pero también el del equipo que trabaja con él en la bodega y el de las 375 familias de viticultores que dan forma al proyecto y que conforman ‘el mayor tesoro de Campo de Borja’, según presumen desde la empresa zaragozana.

Entre todos ellos, hay otro nombre clave, el del enólogo de Bodegas Borsao, José Luis Chueca, auténtico ejemplo de lo que significa la pasión por la tierra. Que tiene que ver con lo que siente por su Tabuenca natal, a 20 kilómetros de Borja, en la que vive con su familia; con ese amor por el vino que le transmitió su padre y que ahora puede compartir con su hijo, también enólogo; y con esa profesión a la que dedica cuerpo y alma y que lo ha convertido en uno de los más reputados expertos de Aragón. Igual de sabio que de humilde, concluye que el secreto del bueno vino está siempre «en las personas que hay detrás que lo hacen posible».

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ECOLOGÍA Y VINO

La conciencia ecológica es inherente al trabajo con la vid y este es el punto de partida de las nuevas instalaciones de Bodegas Borsao, un ejemplo de sostenibilidad y de buen hacer que profundiza en el arraigo del hombre a la tierra, materializado en un respeto absoluto por la naturaleza.

Así se pone de manifiesto con el sistema de autoconsumo implantado por la bodega, uno de los más potentes del territorio que, a través de la energía solar, va a permitir alcanzar para el año 2023 el 30% del abastecimiento eléctrico de las instalaciones. Para ello, la bodega se encuentra en una avanzada fase de implantación de paneles fotovoltaicos, que suma a los 80 kilowatios iniciales otros 120 más, que se completarán en el corto plazo con 100 kilowatios para llegar al objetivo propuesto.

Emilio destaca, por otra parte, que el consumo de agua es fundamental en el proceso de elaboración y gestión de los vinos: “Para ello, contamos con una depuradora capaz de gestionar hasta 10 millones de litros de agua para que vayan al caudal público perfectamente reutilizables para el uso en el campo -y añade-. También hemos dotado a las instalaciones de una bolsa de aguas pluviales con capacidad para hasta 8 millones de litros, que se reutiliza en el riego de las zonas ajardinadas, entre otros usos”.

«He aprendido a medir el tiempo
de otra manera y a sentir el contacto
con la naturaleza»

Gran interés entre los vecinos está suscitando el punto de recarga para vehiculos eléctricos ubicado en la zona de aparcamiento de la bodega, que entra en sintonía con el mensaje rotundo de la bodega en favor de contribuir a prestar un servicio más ecológico al conjunto de la sociedad.

De ese afán surge la gama de vinos ecológicos de la marca Borsao, que da respuesta a esa demanda de los consumidores, cada vez más concienciados con el respeto por el medio ambiente. La ausencia de fitosanitarios y la búsqueda de métodos naturales y rudimentarios ha llevado a la marca a ser reconocida por la normativa ecológica internacional.

Mientras la innovación, la calidad y el cuidado del entorno representan los pilares del crecimiento de Bodegas Borsao, la familia, el trabajo y el día a día en Borja son los cimientos de la vida de Emilio del Caso que, hoy, 23 años después de cambiar la gran ciudad por un pueblo de Zaragoza, confirma satisfecho lo mucho que le aporta vivir en una zona rural. Para empezar, ha aprendido a medir el tiempo de otra manera y a sentir el contacto con la naturaleza: «No debemos olvidarnos de que el ser humano es una especie animal, que necesita pisar tierra y tocar campo para entener el entorno —explica—, no es posible hacerlo desde una tableta o un ordenador, hay que vivir en él».

Mientras la innovación, la calidad y el respeto por el mediambiente representan los pilares del crecimiento de Bodegas Borsao, la familia, el trabajo y el día a día en Borja son los cimientos de la vida de Emilio del Caso

Emilio del Caso, director general de Bodegas Borsao, admite que se fue de Madrid por amor, lo que le llevó no solo a formar una familia en un pueblo de Zaragoza, sino también a liderar un proyecto que involucra a casi 400 familias del ámbito rural en torno al mundo del vino y del medioambiente.