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Vicky Lewis nació en Norfolk, un condado de Inglaterra, pero lleva 18 años viviendo en Tasarte, un municipio de la Aldea de San Nicolás (Gran Canaria) de menos de 700 habitantes. Escucharla hablar es adentrarse en su historia, con un acento que se mueve entre su británico natal y un deje canario en una mezcla que sorprende. Vicky se mudó a las islas por amor y, como si del guion de una comedia romántica se tratase, se gana la vida haciendo queso… a pesar de que no le guste. 

Su madre se mudó a un pueblo al sur de Gran Canaria cuando Vicky aún vivía en Inglaterra y ella, que ya tenía una hija de tres años, decidió irse de vacaciones a visitarla en un viaje que, en principio, duraría entre seis meses y un año. Pero conoció a Joaquín y ya son 19 años los que lleva viviendo en la isla. “Empecé a venir un par de días a la semana para ayudarle a ordeñar las cabras, porque me gustan los animales”, rememora sobre lo que “fue una amistad que ha terminado en un matrimonio y dos hijos en común”. 

Ahora, Vicky es conocida en la zona como la inglesa que hace uno de los mejores quesos tiernos de cabra de toda la isla, la misma que vive en medio de un paraje desértico rodeado de montañas bajo las que el mar, a lo lejos, marca la línea del horizonte. Su historia es la sexta protagonista de #yopueblo, una iniciativa de Endesa  que recorre la España vacía para encontrarse con aquellos que han sabido apreciar el entorno rural con una energía especial: la de hacer ver que los pueblos son también tierra de oportunidades. Endesa, nacida en el ámbito rural de León en 1944, ha estado y va a seguir estando muy ligada a las comunidades locales, pilares de la historia de éxito de la compañía desde hace ocho décadas.  

“No me gusta el queso”, confiesa Vicky entre risas, mientras nos lleva hasta su centro de producción acompañada de Joaquín. Él, natural de Tasarte, ha crecido con animales, por lo que los productos frescos nunca faltaban en su casa. “Cuando iba a Inglaterra a visitar la familia, siempre llevaba un queso de la leche de nuestra cabra hecho por una vecina”, cuenta Vicky, así que ella, que no quería ser menos, le pidió que le enseñara a prepararlo. La prueba salió tan bien, que ya son 13 años produciendo su propio queso y tres desde que este canario y esta inglesa lo hacen de forma profesional, a través de su Quesería Tasartesano. 

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La crisis económica de 2008 les golpeó de lleno y, de las casi 700 cabras que tenían, en 2010 se vieron obligados a venderlo todo. Ambos se fueron al sur de la isla a trabajar en el sector turístico, “después, poco a poco, empezamos con una cabra para la leche de la casa, dos para hacer algo de queso y ahora tenemos como 250 animales”, cuenta Vicky con una sonrisa de oreja a oreja. 

En Quesería Tasartesano, Vicky hace queso artesano prensado a mano y usando el cuajo natural. Están especializados en el queso canario, que también preparan con gofio y pimentón y, a veces, cuentan con variedades de diferentes sabores. En total, llegan a producir 6.000 kg al año, pero al principio no fue tan fácil: “Hay mucha quesería en la isla y encima yo soy inglesa, la gente a lo mejor no confiaba tanto en mi queso”. 

Mientras Vicky prepara el producto a mano, Joaquín se encarga de mantener y cuidar a los animales, algo que lleva haciendo su familia desde generaciones atrás. Todos son de Tasarte, el mismo sitio que le vio crecer y en el que siempre ha vivido. “Nací con animales y nunca pensé en buscarme un futuro fuera, ni estudiar. Terminé lo básico, pero siempre pensando que en el futuro quería algo para mí, trabajar para mí”, cuenta sentado en su finca con su pueblo de fondo. 

Tasarte es un pueblo pequeño donde se cultivaba el tomate, pero de las tres empresas dedicadas a este sector, ya no queda ninguna. Para llegar a este rincón canario, hay que adentrarse en una carretera de ascenso y descenso continuo de la montaña, donde el color rojizo del desierto se funde con el azul del cielo. “Mucha gente dice que Tasarte está muy lejos, la gente piensa que es el fin del mundo, pero no está tan lejos”, asevera Vicky defendiendo su hogar y asegurando que tiene todo lo que necesita a menos de una hora en coche, el medio de transporte que usan para repartir su queso por toda la isla y llevarlo al aeropuerto para los envíos internacionales. 

“Veo a Tasarte como mi casa ya. Cuando me voy a Inglaterra ya no digo me voy a casa, sino que voy a ver a la familia. Esto es mi casa y mi vida”

Desde un territorio que a primera vista parece yermo, esta inglesa tiene claro que no lo dejaría jamás, incluso si el trabajo “es un sacrificio”, como asegura. Lo piensa “una vez al mes, cuando estoy cansada y digo ‘vivamos en un dúplex, donde no me tenga que levantar tan temprano’”, ríe, “pero después es una vida muy bonita. Estamos aquí, en nuestra casa, con la familia”.  

Tasarte ya forma parte de su vida, la misma que dio un giro de 180º cuando conoció a Joaquín hace 18 años: “Veo a Tasarte como mi casa ya. Cuando me voy a Inglaterra ya no digo me voy a casa, sino que voy a ver a la familia. Esto es mi casa y mi vida”, asegura mientras mira a su alrededor. La inglesa que hace quesos, aunque ni los pruebe, en un pueblo de Gran Canaria, es feliz. Joaquín lo tiene aún más claro: “Mi pensamiento es morir aquí, que me incineren y me esparzan por Tasarte”. 

Tasarte es un pequeño municipio de La Aldea de San Nicolás (Gran Canaria) y el hogar de Vicky Lewis, una inglesa que se quedó en la isla tras conocer a su marido Joaquín. Juntos regentan la Quesería Tasartesano desde hace tres años, donde ella fabrica queso con la leche de sus cabras, aunque no lo pruebe.