Crítica de 'Diarios de Otsoga'
Ahora que de la covid no quiere acordarse nadie, vale la pena iniciar el verano de la mano de Miguel Gomes y Maureen Fazendeiro rememorando cómo fue su primer agosto pandémico con la efervescentemente cálida, sobrecogedora y cercana Diarios de Otsoga, un término que, leído del revés, es agosto.
Así pues, en estos diarios estivales de la dupla portuguesa todo va a ir del final al principio, pero no para trasladarnos hacia un tiempo pre-pandémico, sino para juguetear con las convenciones del relato, insistiendo con ello que a los momentos de felicidad suele precederles uno de hastío y preocupación, o a la inversa.
Diarios de Otsoga comienza un día 22, en una fiesta triangular quebrada cuando Carlotto (Carlotto Cotta) descubre a Crista (Crista Alfaiate) besándose con João (João Nunes Monteiro). Los días por venir, que serán los previos, nos descubriremos en mitad de una autoficción sobre un rodaje atravesado, a su pesar, por la realidad del momento: por una parte, los protocolos sanitarios a los que debe ajustarse la producción; por la otra, la ausencia de Fazendeiro a causa de su avanzado estado de gestación.
Como en un ejercicio de papiroflexia, estos bellos diarios a contratiempo se pliegan y repliegan maravillosamente, mostrando como resultado un artefacto ligero, pero articulado con delicadeza, una miniatura fílmica con la que asombrarse y sentirse vivo.
FICHA TÉCNICA
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Director:
Maureen Fazendeiro, Miguel Gomes
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Género:
Comedia
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País:
Portugal
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Sinopsis:
Crista, Carloto y João son tres amigos envueltos en el rodaje de una película cuyo plan de rodaje se de repente trastocado por un suceso único: la pandemia estalla y se ven obligados a permanecer juntos. Pero no por ello dejarán de rodar la película.
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Guion: Maureen Fazendeiro, Miguel Gomes, Mariana Ricardo
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Duración: 102 min.
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Reparto: Crista Alfaiate, Carloto Cotta, João Monteiro
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Veredicto: Una película confinada y un ejercicio de cine libre.
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Distribuidora: Vitrine
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Estreno: 3/05/2022