Crítica de 'Mañana es hoy'

¿Cómo puede una familia rehacer su vida tras viajar treinta años al futuro? El productor, director y guionista Nacho G. Velilla, “ok boomer” responsable del éxito de teleseries como 7 vidas y Aída, se plantea esta pregunta en Mañana es hoy, comedia de ciencia ficción que mira con nostalgia y sin complejos a clásicos como Regreso al futuro o Big para contarnos la historia de los Gaspar, un matrimonio con hijos de los años 90 que pierde a su primogénita después de que una tormenta de playa les propulse hasta 2022.

Del éxito de “los Héroes…” (su Entre dos tierras vuelve a ser un leitmotiv recurrente para el cine español) al del reguetón, del walkman a los selfies con smartphone, Mañana es hoy también se atreve a parodiar lo ridículamente correcto que tienen los nuevos tiempos (el postureo profesional o lo esotérico que puede resultar un cachete familiar, por ejemplo), sin desatender su propósito de conectar con el cuasi universal target de Amazon.

Además de por su excelente score, supervisado por Juanjo Javierre, con esa Malos tiempos para la lírica interpretada por Amaia como canción de cabecera, Mañana es hoy destaca por lo paródico y lo ocurrente de una narrativa y de una puesta en escena que a través del guiño cinéfilo se instala en la esencia de lo carpetovetónico. El oficio y el talento de Javier Gutiérrez, Carmen Machi, Pepón Nieto o Carla Díaz (Élite) hacen el resto.