Crítica de 'Horizon: An American Saga - Capítulo 1': el western definitivo de Kevin Costner

A excepción del nonagenario Clint Eastwood, puede que Kevin Costner sea de los pocos en Hollywood que aún militan en el western tradicional; un modelo de cine del oeste con el que conoció el éxito allá por los 90 y que hoy parece haber encontrado su lugar en las plataformas. Podría decirse que Horizon: An American Saga, el proyecto por el que Costner lo ha hipotecado todo y que, si los números salen, continuará en otras tres películas más, bascula entre esos dos marcos: el western de toda la vida –coral, aventurero, sin aspavientos experimentales– y los relatos episódicos, habida cuenta de lo visto en este capítulo 1 que, efectivamente, funciona como un episodio piloto.

De ahí que las tres horas en las que se despliega esta primera entrega puedan provocar desconcierto y una sensación de déjà vu. Una vez concluido el dilatado metraje de Horizon 1 resulta imposible no preguntarse si era necesario llevar a la gran pantalla una propuesta inacabada, que tal vez encajaría mejor en otros canales. Aquí, conocemos a los personajes de este gran entramado que declina todas las historias del western posibles, amén de sus motivos visuales, pero ese primer encuentro en verdad sabe a poco.

Por otra parte, cabe decir que el western es un género que, por sus códigos, alcanza todo su potencial en la sala de cine. Y si algo es Horizon 1 es un western en potencia. Su primera imagen, un colono clavando una estaca en la tierra para medirla y convertirla en una parcela, nos remite a una idea fundacional y ambiciosa, al sueño de la tierra prometida. Queda por saber si llegaremos a ese destino sanos, salvos y felices, pero adelantamos que acompañaremos al cineasta en su aventura hacia esa promesa.

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