Renaceres

Aunque para la mayoría 2020 únicamente merezca un bonito fundido a negro, Lucas Figueroa (Despido procedente, Viral) opta aquí por todo lo contrario: retroceder un par de pasos, coger aire y perspectiva y acometer un álbum fotográfico y panorámico de aquellos aciagos y confinados días en los que solo veíamos las telarañas de nuestras paredes y las murallas de papel higiénico. Así, Renaceres se compone de espectaculares y desoladas imágenes en altísima definición de todo lo que no podíamos disfrutar durante el estado de alarma ‘verdadero’ pero que sabíamos que seguía ahí: el centro de Madrid desierto (y, en contraposición, el bullicio de industrias como la ganadera), las calles despojadas y la naturaleza despendolada. Eso, más una serie e rostros anónimos y un puñado de poemas en off, la mayoría del propio Figueroa, que animan a extraer algo positivo y esperanzador de aquella pesadilla.

Nada que ver con propuestas documentales más contundentes como 2020 o clásicos experimentales como la trilogía Qatsi: aquí se persigue un efecto balsámico, hipnótico y, curiosamente, artificial. Quizá por ese afán lírico e introspectivo que recorre su breve metraje (el cual concluye nada menos que con un chotis, quizá como homenaje a los minipisos de la cuarentena), huyendo de todo interés periodístico y que da como resultado un trabajo tan bello como a veces chirriante y en falsete. Hasta nunca, 2020.