Crítica de 'Tratamos demasiado bien a las mujeres': Carmen Machi, la novia de la muerte que ríe y congela la sangre

Ganadora de tres Premios Goya al mejor vestuario (por Blackthorn, Nadie quiere la noche y La sombra de la ley), la figurinista Clara Bilbao debuta en la dirección con Tratamos demasiado bien a las mujeres, suculenta comedia negra que se ambienta en los estertores de la Guerra Civil Española y que cuenta cómo una avanzadilla de maquis toma al asalto una estafeta en la que, para su desgracia, se encuentra la prometida de un militar franquista, una tal Remedios Buendía que se convertirá en el ángel exterminador de todos y cada uno de ellos. 

Escrita por Miguel Barros a partir de la novela de Raymond Queneau, Tratamos demasiado bien a las mujeres se mueve de forma grácil entre el retrato naturalista y la alegoría terrorífica, aprovechando la variedad de registros de un reparto coral en estado de gracia (además de Carmen Machi y Antonio de la Torre, están Luis Tosar, Isak Férriz, Oscar Ladoire, Julián Villagran, Diego Anido, etc.) y un inmejorable diseño de producción -la fotografía es de Imanol Nabea y la dirección de arte de Curru Garrabal. 

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