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40 errores históricos de película

40 errores históricos de película

Gladiator

La historia: Russell Crowe y Ridley Scott resucitan el peplum ellos solitos con la historia de un ex legionario enfrentado al emperador Cómodo.

Los errores: Por más que Joaquin Phoenix lo borde encarnando a un Cómodo incestuoso, cobarde y traicionero, el verdadero emperador gobernó sobre Roma durante más de una década. Por otra parte, Cómodo tampoco mató a su padre: el verdadero Marco Aurelio (Richard Harris) estiró la pata a causa de una varicela (o, según otras fuentes, por comer una manzana en mal estado).

María Antonieta (2006)

La Historia: Los críticos franceses no se tomaron nada bien las libertades de Sofia Coppolacon su Revolución. Ideologías aparte, la película pintaba a la reina (conocida como 'La odiada austríaca') como una niña pija (Kirsten Dunst) angustiada por la indiferencia marital de su marido, Jason Schwartzman.

Los errores: Aunque les pese a nuestros colegas galos, el filme está bien documentado, salvo en un aspecto: la fimosis de Luis XVI, que obligó al monarca a pasar por la mesa de operaciones para concebir un heredero.

Braveheart (1995)

La Historia: Mel Gibson nos da una clase magistral sobre la Primera Guerra Escocesa de la Independencia. Su estilo es el de ese profe, al borde de la jubilación y con severos problemas de alcoholismo, que aburre a sus alumnos a base de discursos de extrema derecha.

Los errores: ¿Por dónde empezar? Pues, por ejemplo, con el hecho de que el héroe William Wallace formaba parte de una familia aristocrática, correspondiéndole el título nobiliario (inglés) de caballero. Por otra parte, 'Braveheart' no era el apodo de Wallace, sino del rey Roberto Bruce, quien aparece en el filme como un cobarde traidor y chaquetero. Para terminar, señalemos que al esposa del rey inglés Eduardo II (quien, por cierto, sí era homosexual) tenía tres años de edad cuando su suegro Eduardo I ordenó la ejecución de Wallace. Si habéis visto la película, sabréis por qué esto último es tan importante.

Lawrence de Arabia (1962)

La Historia: El maestro David Lean retrata a T. E. Lawrence, el oficial británico que fue apodado 'El rey sin corona de Arabia' durante la I Guerra Mundial.

Los errores: En la película vemos cómo Lawrence (Peter O'Toole) remata a uno de sus sirvientes, herido al estallarle un detonador en las manos. En realidad, el aventurero nunca se vio obligado a hacer este sacrificio, porque el chaval murió del bayonetazo de un fusilero turco.

Pearl Harbor (2001)

La Historia: Michael Bay (no podía ser otro) le enmienda la plana a los libros de texto, con un 'Día de la infamia' repleto de explosiones, más un triángulo amoroso de propina.

Los errores: Tanto Pearl Harbor como todo el cine estadounidense sobre la guerra en el Pacífico omiten un dato crucial: el gobierno de Japón sí declaró formalmente sus hostilidades contra EE UU. Un error de comunicaciones impidió que el Secretario de Estado estadounidense se enterase del inicio de la contienda hasta una hora después del primer ataque.

10.000 (2008)

La Historia: El fetichista de la animación digital Roland Emmerich nos describe fielmente la vida durante la Prehistoria. Siempre que entendamos por tal una fantasía de aventuras que hace parecer realistas a Los Picapiedra.

Los errores: Los egipcios eran grandes ingenieros, pero desde luego no usaron mamutes en la construcción de las Pirámides. Más que nada porque, cuando el imperio del Nilo estaba en su apogeo, estos animales se habían extinguido hacía muchísimo tiempo. Unos 70.000 años, más o menos.

Amadeus (1984)

La Historia: Este biopic de Wolfgang Amadeus Mozart (Tom Hulce), la mayor estrella del pop del Siglo XVIII, se hace eco de los rumores que señalan al compositor Antonio Salieri (F. Murray Abraham) como su asesino.

Los errores: En realidad, Salieri no se portó bien con Mozart, pero tampoco fue su enemigo encarnizado, e incluso le felicitó tras el estreno de La flauta mágica. A día de hoy, el envenenamiento del músico austriaco se considera más bien una leyenda, fruto de la rivalidad entre compositores alemanes e italianos.

El patriota (2000)

La Historia: Nuestros viejos conocidos Mel Gibson Roland Emmerich la toman con la Revolución Americana. Repleta, por supuesto, de virtuosos colonos e ingleses malísimos.

Los errores: Por supuesto, no consta en ningún momento del filme que esos revolucionarios humildes y temerosos de Dios tengan esclavos. Por otra parte, la Batalla del Palacio de Justicia de Guilford (uno de los puntos culminante de la historia) fue ganada, en realidad, por los británicos.

La reina Victoria (2009)

La Historia: Emily Blunt encarna a la futura Reina-Emperatriz en este relato de su ascenso al trono y su coronación.

Los errores: Aunque tanto Victoria como su consorte, el príncipe Alberto, sufriesen varios atentados durante su reinado, no consta que él salvase la vida de su esposa en ninguno de ellos. Los guionistas decidieron incorporar este detalle para darle algo de acción a la película, algo que al parecer no le hizo ninguna gracia a la actual monarca, Isabel II.

Cold Mountain (2003)

La Historia: El difunto Anthony Minghella se pone épico, bélico y romántico para contarnos la historia de un desertor de la Guerra de Secesión, y de su sufrida esposa (Nicole Kidman).

Los errores: Aunque la cinta muestre a Jude Law luchando heroicamente por la Confederación, no te llames a engaño: en la vida real, su personaje W. P. Inman fue condenado dos veces por abandonar su posición en el combate.

Apocalypto (2006)

La Historia: Aquí llega de nuevo Mel Gibson, dispuesto esta vez a hacer llorar a los expertos en las culturas precolombinas. Ahora bien: combinar una reflexión sobre el declive de las civilizaciones con una trama de acción desbordante no está al alcance de cualquiera.

Los errores: Mel retrata a los mayas como una cultura brutal que realiza sacrificios humanos a destajo. Esto no está tan lejos de la realidad, salvo que a Kulculcán, el dios del Sol, no se le ofrendaban corazones, como aparece en la película. Por otra parte, la costumbre de tomar prisioneros para el sacrificio era más propia de los aztecas.

Pocahontas (1995)

La Historia: El emporio Disney nos ofrece una historia fundacional del imaginario colectivo de EE UU: la de la princesa nativa que se enamoró de un colono inglés.

Los errores: En plena resaca de La bella y la bestia, no ha lugar en pedirle a Disney una película realista. Pero dado que el filme trabaja con figuras históricas, sí cabe mencionar que el romance entre Pocahontas y John Smith es pura ficción. Más que nada porque, cuando transcurrieron los hechos, ella tenía 10 años de edad. Reflejarlo tal cual en la pantalla hubiese sido muy poco Disney.

JFK: Caso abierto (1991)

La historia: “No dejes que la realidad te estropee un buen thriller” podría haber sido el lema deOliver Stone cuando realizó esta película. Kevin Costner, fiscal de distrito, sigue la pista de una conspiración que involucra a la CIA y al FBI en el asesinato de Kennedy.

Los errores: Stone refleja fielmente la teoría conspiratoria del fiscal Jim Garrison, pero lo hace como si se tratase de hechos consumados. Sumemos a eso que el filme cambia las declaraciónes de algunos sujetos de la investigación: un tal David Ferrie, quien negó haber tomado parte en el complot, aparece autoinculpándose en la película.

Amistad (1997)

La Historia: Steven Spielberg narra el proceso legal que siguió a un motín de esclavos, ocurrido a bordo del buque negrero que da título al filme.

Los errores: El mayor error de Amistad fueron sus hechuras de dramón histórico (conAnthony Hopkins, además), las cuales demostraron que Spielberg no aprendió la lección conEl color púrpura. Pero donde de verdad falla el filme es en cómo refleja las consecuencias del juicio: aunque el tráfico de esclavos en el Atlántico fue abolido en 1840, la esclavitud siguió siendo una institución básica para la economía de EE UU hasta la Guerra de Secesión.

El último samurái (2001)

La Historia: Tom Cruise da vida a un militar alcohólico, veterano de la Guerra de Secesión, reclutado como instructor por el ejército de Japón. Lo que sigue es un bonito viaje de autodescubrimiento espiritual, con mucho zen y todas esas cosas.

Los errores: Aunque es cierto que los nipones buscaron ayuda en Occidente para modernizar su ejército, recurrieron a oficiales franceses y holandeses. La película sigue lejanamente un hecho real, la Rebelión de Satsuma.

Memorias de una geisha (2005)

La Historia Seguimos en Japón, sólo que esta vez en el período de entreguerras. Una joven aspirante a geisha pasa de la esclavitud a la fama y la fortuna, con un montón de escenas insinuantes por el camino.

Los errores: Todo lo que se refiere a la vida sexual de la protagonista es una flagrante exageración, especialmente el ritual de madurez conocido como mizuage. En la vida real, esta ceremonia implicaba poco más que un cambio de ropa, mientras que en el filme aparece como un momento de alto voltaje erótico. Estos de Hollywood, con tal de mostrar carne...

Amazing Grace (2006)

La Historia: Biopic de William Wilberforce, político y filántropo inglés cuyas iniciativas llevaron a la abolición del comercio de esclavos en el Imperio Británico.

Los errores: La película, además de pintar a su protagonista como un santo (cosa que no era ni de lejos), ignora al resto de los políticos y artistas que luchaban entonces por la abolición de la esclavitud.

Elizabeth: La Edad de Oro (2007)

La Historia: Más chula que un ocho, la 'Reina Virgen' Isabel I (Cate Blanchett) le pone las peras al cuarto al malvado Felipe II (Jordi Mollá) y a su Armada Invencible.

Los errores: A diferencia de lo que vemos en el filme, la Armada española se hundió por culpa de una mala estrategia y de las inclemencias del tiempo, no de Clive Owen.

Shakespeare In Love (1998)

La Historia: Megamultioscarizada comedia romántica con base histórica, cuyo guionista Tom Stoppard se pasó los hechos registrados por donde le apeteció. Con mucha gracia, eso sí.

Los errores: Poco se sabe de la vida personal de Shakespeare, así que podemos aceptar (de buena fe) que se lió con una rubita parecida a Gwyneth Paltrow. Ahora bien: el futuro marido de ésta alardea de sus plantaciones de tabaco en Virginia, un vegetal que los colonizadores de dicho territorio sólo comenzaron a cultivar 20 años más tarde de la fecha del filme.

La Pasión de Cristo (2004)

La historia: ¡Sorpresa! Aquí tenemos de nuevo a Mel Gibson, recordándonos que la Semana Santa no son sólo monas de pascua y vacaciones. El filme, como explicaba Marisa Tomei en El luchador, consiste en “un tipo (James Caviezel) al que zurran durante dos horas y media”.

Los errores: Como tantos otros antes que él, Gibson pinta al gobernador romano Poncio Pilato como un tipo pragmático manipulado por los perversos judíos. El hecho de que Pilato fuese destituido de su puesto por su exceso de crueldad no parece haberle importado mucho a Mel.

Murieron con las botas puestas (1941)

La Historia: El valiente general George A. Custer (Erroll Flynn) lucha contra los malvados indios, mientras su esposa (Olivia De Havilland) sufre en la retaguardia.

Los errores: La película retrata a Custer como un guerrero temido y respetado por los nativos, con los que llega a simpatizar. Dejémoslo en que, de todo lo anterior, sólo es cierto lo de “temido”.

Los Intocables de Eliot Ness (1987)

La Historia: El director Brian De Palma se llevó una nominación al Oscar (y le consiguió una estatuilla a Sean Connery) aplicando su excesivo estilo a la lucha entre Al Capone (Robert DeNiro) y la policía de Chicago durante la Prohibición.

Los errores: Si bien Eliot Ness fue el líder oficial de la guerra contra Capone, el jefe mafioso no cayó debido a sus esfuerzos, sino a los del inspector de Hacienda Franklin H. Wilson, quien le empapeló por evasión de impuestos. Hay que decir que el filme se basa en las memorias de Ness, no en las de Wilson...

Bobby (2007)

La Historia: Lujoso drama que recrea el asesinato de Robert F. Kennedy el 5 de junio de 1968. Tener un cásting lleno de estrellas no asegura la fidelidad a los hechos.

Los errores: La extraña pareja formada por Elijah Wood Lindsay Lohan está empeñada en contraer matrimonio porque así él se librará de una recluta forzosa para ir a Vietnam. La legislación estadounidense había extendido la leva a los hombres casados en 1965, con lo que no les hubiera servido de nada.

Horizontes azules (1955)

La historia: Clásico del western que le da un toque Pocahontas a la expedición de Merriwether Lewis William Clark en el entonces Territorio de Louisiana. Ambos pioneros acabarán involucrándose en la vida de los nativos, mucho más el segundo (Charlton Heston) que el primero (Fred McMurray).

Los errores: La película retrata, y muy bien, el romance de Clark con una india llamada Sacawagea, que enfrentará al aventurero con el esposo de ella, Toussaint Charbonneau. En la vida real, sin embargo, Sacawagea y Toussaint estaban felizmente casados: del rollete fílmico, ni rastro.

El desafío de las águilas (1968)

La Historia: Clint Eastwood Richard Burton (menudo par) lideran el asalto a la fortaleza nazi donde se halla prisionero un general.

Los errores: Para empezar, los aliados no llegaron a usar helicópteros en masa durante la II Guerra Mundial. Y, para seguir, el general al que Clint y Richard pretenden rescatar fue capturado (según nos dice el filme) durante un viaje a Creta. La isla en cuestión había caído en manos de los alemanes en 1941, dos años antes de la fecha de la historia.

U-571 (2000)

La Historia: Un aguerrido comando de los marines asalta un submarino nazi para capturar el famoso dispositivo criptográfico ‘Enigma’.

Los errores: Efectivamente, uno de los legendarios u-boot de la Kriegsmarine alemana fue capturado en alta mar. Sólo que los responsables de la hazaña no fueron estadounidenses, sino ingleses, y todo ello ocurrió en 1941, un año antes de que los EE UU entrasen en la guerra. El guionista David Ayer afirma que este 'ligero' cambio se introdujo “para hacer el filme más atractivo al público de EE UU”.

El nacimiento de una nación (1915)

La Historia: Ser un genio del cine no impide que, a la vez, resultes un penoso ejemplo de racismo. Véase el caso de David W. Griffith, el director de esta pieza de propaganda que ensalza a los fundadores del Klu Klux Klan.

Los errores: La película sigue las teorías de algunos historiadores racistas, muy en boga por entonces en EE UU, que afirmaban que los afroamericanos no merecían la igualdad de derechos. Afortunadamente, este punto de vista ha sido probado como falso.

La batalla de las Ardenas (1965)

La Historia: Una de las batallas decisivas de la II Guerra Mundial, en la que los Aliados le dieronp'al pelo a los nazis en los bosques del sur de Bélgica. Henry Fonda, Robert Shaw Charles Bronson, entre otros, se cubren de medallas.

Los errores: Por dónde empezar... El terreno en el que se desarrolla el filme no tiene nada que ver con el de la verdadera batalla, los tanques estadounidenses son claramente de la Guerra de Corea, y el complejísimo desarrollo de la campaña queda reducido a unas pocas anécdotas. El mismísimo Dwight Eisenhower protestó en público por tal cantidad de gazapos.

300 (2006)

La Historia: ¡Apartaos, nenazas! Aquí llega Frank Miller, el autor de tebeos más bruto del mundo, para enseñaros cómo se hace un filme de verdad, con hombres de verdad. En concreto, sobre la fuerza de guerreros espartanos que defendió el paso de las Termópilas contra los persas durante la Segunda Guerra Médica (480 A. C.).

Los errores: Dudamos mucho de que el rey persa Jerjes tuviera señores gigantes con cuernos en su ejército, para empezar. Por otra parte, hechos esenciales de la sociedad espartana son ignorados en el filme, tales como su dependencia de la mano de obra esclava (los ilotas) y su notoria afición a la pederastia.

El Álamo (1960)

La Historia: Tras tanto criticar a Mel Gibson, hemos de admitir que el australiano resulta un historiador ejemplar comparado con John Wayne. 'El Duque' dirige, escribe y protagoniza esta epopeya sobre los colonos texanos que, en 1836, fueron masacrados por las tropas del mexicano Santa Anna.

Los errores: Los asesores históricos que Wayne contrató para ayudarle en el filme rehusaron aparecer en los créditos tras leer el guión: el viejo cowboy no les había hecho ni puñetero caso. De ahí que el historiador Timothy Todish señalase, tras el estreno, que “no hay una sola escena en El Álamo que se corresponda con un suceso histórico”.

Robin Hood (2010)

La Historia: Russell y Ridley, alegres camaradas, la emprenden con los conflictos entre sajones y normandos en la Inglaterra del siglo XII.

Los errores: Estamos de acuerdo en que, tratándose aquí de una figura legendaria, no podemos ponernos puntillosos. No obstante, Scott pinta al rey de Francia Felipe Augusto como un invasor que pretende ocupar suelo inglés, cuando los hechos históricos señalan justo lo contrario: tras la muerte de Ricardo Corazón de León, fue su hermano Juan Sin Tierra quien invadió el país galo.

La carga de la Brigada Ligera (1936)

La Historia: Pese a tener a Errol Flynn en sus filas, la aguerrida caballería británica no se libra de la legendaria masacre perpetrada por la artillería rusa durante la Batalla de Balaclava.

Los errores: El mito de la Brigada Ligera fue una añagaza propagandística del Imperio Británico: en la realidad, los jinetes se toparon con los cañones enemigos debido a una malentendido entre los altos mandos Lord Raglan Lord Cardigan, no a un exceso de valor. Lo único auténticamente histórico de este filme es la matanza de caballos perpetrada por el director Michael Curtiz, quien filmó la carga de marras con métodos hoy inadmisibles.

Cristóbal Colón: El descubrimiento (1992)

La Historia: Un intrépido marinero genovés lucha por conseguir financiación para un viaje a las Indias... Y por no ser devorado en las taquillas por 1492: La conquista del paraíso, el superior (pero no demasiado) filme de Ridley Scott.

Los errores: En horas muy, muy bajas, los productores Alexander Ilya Salkind (Superman)trataron de aprovechar los fastos del Quinto Centenario con este olvidado despropósito. Vale que 1492 no era precisamente un dechado de fidelidad histórica, pero es que aquí nos intentaron colar al descubridor como un aguerrido espadachín, enemigo mortal del Gran Inquisidor Torquemada (Marlon Brando). ¡A la hoguera!

Zulú (1964)

La Historia: La batalla de Rorke's Drift, en la que el ejército colonial británico fue masacrado por las tropas zulúes, es la excusa perfecta para que Michael Caine demuestre lo disciplinado que puede ser.

Los errores: Aunque resulte fantástico ver a Caine con su casaca roja y su casco blanco, las tropas de infantería british vestían por entonces cascos de color pardo. Por otra parte, la batalla tuvo lugar por la noche (no al amanecer, como indica el filme). Y, por último, el soldado Henry Hook (James Booth), héroe de la jornada, era un abstemio temeroso de Dios, y no el ebrio malhablado que vemos aquí.

Carros de fuego (1981)

La Historia: Eric Liddell (católico) y el judío Harold Abrahams compiten como atletas en las Olimpiadas de París (1924). El filme ganó cuatro Oscar, entre ellos Mejor Película.

Los errores: Según el filme, Liddell se enteró de que la carrera de los 100 metros lisos se celebraría en domingo (día en el que se negaba a correr) durante su viaje a los juegos. En realidad, este problema le fue comunicado al atleta con meses de antelación, permitiéndole así entrenarse para la competición de 400 metros.

Arde Mississippi (1988)

La Historia: Gene Hackman Willem Dafoe, agentes federales, investigan el asesinato de tres activistas por los derechos civiles linchados por el Klu Klux Klan en 1964.

Los errores: El peor fallo del director Alan Parker fue pintar a los 'federales' como honorables defensores de la causa negra, cuando los hechos prueban que su implicación en los hechos fue, siendo generosos, anecdótica. Para más INRI, el joven afroamericano James Chaney (una de las víctimas del crimen) es pintado como un cobarde, cuando en la vida real fue el primero en plantar cara a los agresores.

Black Hawk derribado (2001)

La Historia: Antes de dejar como un solar la antigüedad clásica, Ridley Scott relató el asalto del ejército estadounidense a Mogadiscio (Somalia) para capturar al líder guerrillero Mohamed Farrah Aidid.

Los errores: Para empezar, los estadounidenses no estaban solos en la operación, que se realizó con el apoyo de tropas pakistaníes y malayas. El brigadier general Abdul Latif-Ahmed, comandante de estas últimas, se quejó de que la película daba todo el crédito a sus entonces aliados, retratando a su contingente como “conductores de autobús”.

Anastasia (1997)

La historia: Don Bluth, maestro de animadores, se pasa la historia de Rusia por donde le apetece, contándonos la leyenda de la joven princesa que (supuestamente) sobrevivió a la Revolución bolchevique de 1917.

Los Errores: Anastasia juega desde el principio la carta de la ficción, pero lo hace muy a la ligera, pintando a la dinastía Romanov como alegres y justos soberanos, en lugar de como autócratas sin piedad. Por otra parte, que el mismísimo Rasputín fuese el responsable último de la Revolución no se lo creen ni los Boney M.

Alejandro Magno (2004)

La Historia: Colin Farrell agota las reservas de agua oxigenada de la antigua Grecia en este biopic del caudillo macedonio que conquistó el Imperio Persa en el 331 A. C.

Los errores: Oliver Stone abrió el tarro de las esencias para su primer (y último) peplum. Más allá del retrato de algunos personajes (la madre del héroe, una Angelina Jolie serpentina), destaca por su falta de fidelidad el retrato de la Batalla del Hidaspes, que se libró de noche y bajo la lluvia en lugar de en un día radiante y soleado, como muestra el filme.

1997: Rescate en Nueva York (1981)

La Historia: John Carpenter nos muestra la conversión de la ciudad de Nueva York en prisión inexpugnable, a causa del drástico aumento de criminalidad en EE UU en 1997. Esto... Aquí hay algo que no cuadra.

Los errores: Maldito Carpenter, ¡nos has engañado! Han pasado 14 años desde 1997 y la ‘Gran Manzana’ no se ha convertido en una ciudad-prisión salvaje liderada por el soul man Isaac Hayes. Un momento, que ponen el Telediario y dicen algo de Nueva York… En fin, será mejor que a partir de ahora nos llaméis 'Serpiente', como a Kurt Russell.

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