Los Juegos Olímpicos del cine: Matthew Perry, Johnny Weissmüller y otros actores que triunfaron en el deporte

El cine está a un par de Juegos de convertirse en deporte olímpico. La relación entre la gran pantalla y los anillos de Pierre de Coubertin es muy estrecha. Y no sólo a través de Leni Riefenstahl, quien en 1938 dirigió la portentosa Olimpiada con motivo de los Juegos celebrados en Berlín. Esta competición ha inspirado películas recientes como Richard Jewell (Clint Eastwood), basada en hechos casos reales. Richard Jewell está disponible en España en Amazon Prime Video y Movistar Plus+. 

No obstante, el cine y los Juegos Olímpicos no sólo están vinculados temáticamente. También comparten protagonistas. Algunos de los actores que copan carteleras también pudieron coronar podios, y varios lo hicieron. Repasamos sus nombres a través de las categorías en las que triunfaron o estuvieron a punto de triunfar. 

Natación

Si hubiese una disciplina bien representada en este campo, sería la natación. Aquí, el rey indiscutible es Johnny Weissmüller, que ganó cinco medallas de oro y se convirtió en el primer hombre en recorrer los 100 metros en menos de un minuto. En cada medalla, Weissmüller (que aún no había debutado como actor) batió el récord mundial. Además, y para hacer tiempo, se unió al equipo de waterpolo y se alzó con la medalla de bronce. 

Sin embargo, hay más nadadores en este grupo. El segundo nombre más evidente es femenino: Esther Williams, quien fue una pionera de la natación sincronizada. Formada en un estilo, el mariposa, que entonces era eminentemente masculino, Williams iba a representar a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Helsinki, que no obstante se suspendieron por la Segunda Guerra Mundial.

También debe destacarse a Jason Staham, que compitió en la categoría de salto ornamental en los Juegos Olímpicos de Barcelona y quedó decimosegundo. Hillary Swank, por su parte, comenzó su carrera como nadadora y llegó a los Juegos Olímpicos Junior. 

Aunque este es un terreno que no está sólo reservado a los actores: Nanni Moretti, director (y protagonista) de Caro diario, La habitación del hijo o El sol del porvenir, jugó en las categorías inferiores del equipo de waterpolo del Lazio. Aunque pronto lo abandonó para dedicarse al cine, su amor por este deporte queda registrado en la divertida Vaselina roja.

Fútbol

Hay muchos futbolistas reconvertidos en actores, con Éric Cantona (que ha trabajado con directores de la talla de Ken Loach) y Vinnie Jones (socio inseparable de Guy Ritchie) a la cabeza. Por tanto, pasemos a lo contrario: actores que pudieron ser futbolistas. 

Por ejemplo, Sean Connery recibió un contrato para unirse al filial del Manchester United, pero lo rechazó porque consideraba que la carrera de un actor era más larga que la de un deportista y que tenía más opciones en el primer oficio. 

Matt Smith, en lugar de en La casa del dragón, podría haber estado en la Primera División Inglesa, pero una lesión de espalda lo evitó cuando ya había jugado para los juveniles del Northampton Town FC, el Nottingham Forest FC y el Leicester City FC.

En lo que a fútbol americano se refiere (cuya categoría olímpica más similar es rugby 7), sobresalen los nombres de Burt Reynolds, quien, cuando iba a hacerse profesional, y tras una suculenta beca deportiva, sufrió un accidente de tráfico y se retiró. 

Algo similar le ocurrió a Forest Whitaker. También Jon Hamm destacó en las competiciones estudiantiles, pero no pasó de ahí: su camino hasta el cine fue lento, arduo y estuvo salpicado de trabajos como diseñador de interiores en una película pornográfica. Tommy Lee Jones, por su parte, atesora una época gloriosa como jugador de rugby en categorías inferiores.

Baloncesto

Su altura (1’85) y haber sido el entrenador de fútbol más famoso de la ficción no lo sugieren, pero Jason Sudeikis pudo haber tenido una carrera en el baloncesto. Tras acabar el instituto, le ofrecieron una beca deportiva por su talento en las canchas, pero la rechazó porque soñaba con ser actor.

Con 1’93, Jason Segal (Cómo conocí a vuestra madre) tenía mejores cualidades que Sudeikes para jugar al baloncesto. Además, se le daba bien: en su equipo del instituto, jugaba Jason Collins, quien luego llegaría a la NBA. Segal, que era su suplente, ganó un concurso de mates y fue apodado Mr. Mate.

Mahershala Ali comenzó como jugador de baloncesto y llegó lo suficientemente lejos como para disputar campeonatos estatales, pero el deporte lo terminó aburriéndose y el futuro Blade se volvió al cine. En esta categoría, ha ganado dos Oscar. Otro oscarizado actor, de mayor prestigio aún que Ali, como Denzel Washington también renunció al baloncesto tras ser miembro del equipo universitario. 

Otros deportes

Matthew Perry no podía faltar en esta lista. Antes de Chandler, Perry probó suerte en el tenis, y los resultados no fueron fallidos en absolutos. En Canadá, el nombre de Perry estaba en lo más alto del ranking juvenil gracias, entre otras cosas, al tesón del futuro actor, que practicaba 10 horas al día con la raqueta. Sin embargo, al mudarse con su padre a los Ángeles, dejó atrás el mundo del tenis. 

Uzo Aduba, una de las internas de Orange is the new black, fue velocista. De familia deportista (su hermano fue jugador profesional de hockey), Aduba se quedó a cuatro décimas de batir el récord de la Universidad de Boston en los 55 metros. Esto no fue óbice para que la institución le concediese la beca con la que celebraba a sus deportistas más destacados. 

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