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Pedro Almodóvar colapsa (y enamora) Cannes 2023 con el estreno de 'Extraña forma de vida'

Ethan Hawke y Pedro Almodóvar en el Festival de Cannes 2023
Getty Images

El primer día de lluvia siempre es caótico, más caótico. Hoy, además, en el Festival de Cannes 2023 coincidía con el estreno del cortometraje de Pedro Almodóvar, Extraña forma de vida. Aunque en el certamen no se presentan cortos y menos en Sección Oficial (incluso fuera de competición, como es el caso), Thierry Frémaux hizo una excepción por tratarse del director de Volver, un favorito en La Croisette.

Pero, claro, solo había una proyección de la película y seguida de un encuentro con el director y uno de sus actores principales, Ethan Hawke (Pedro Pascal no pasará por Cannes por problemas de agenda con el rodaje de Gladiator 2). Y algo se lió. O hubo entradas de más o dejaron pasar a quien no tenía entrada. El resultado fueron quizá un centenar de periodistas (e industria) con entrada y quedándose fuera bajo la lluvia, después de una hora de espera… como en los viejos tiempos. ¿La razón de esto? La gran expectativa y atención, interés y curiosidad que provoca Almodóvar.

Y no defraudó. La ovación fue amplia. Extensa. Él y su equipo sonreía tras la proyección. Extraña forma de vida es un western hecho… “A mi manera”. Repitió varias veces estas palabras el director. Es un western que habla del deseo, del amor entre dos hombres. Nació de una pregunta escuchada en Brokeback Mountain, aquel otro western entre dos hombres que a punto estuvo de dirigir antes que Ang Lee lo hiciera. “Me preguntaste qué podían hacer dos hombres en un rancho”. A partir de ahí escribió un diálogo que, tiempo después ha convertido, en Extraña forma de vida.

“La película es independiente a otras películas a otros westerns, independiente a lo que llamamos un western europeo que comienza con Leone y cambió las reglas del juego”, contó en la charla. “He intentado hacer un western clásico, pero en el que hablo del deseo entre dos cowboys, en los clásicos las mujeres son secundarias y no hablamos del deseo entre dos hombres, y eso es lo que quería contar”.

Cowboys al borde del deseo

Más allá de Brokeback Mountain, Almodóvar habló de los westerns modernos que sí le sirvieron de inspiración, todos dirigidos por mujeres recientemente: El poder del perro, de Jane Campion; The First Cow, de Kelly Reichardt; y The Rider, de Chloé Zhao.

Precisamente, en la de Campion también se hablaba de sexualidad, “pero era muy ambivalente, no hablaban de deseo, no follaban”, dijo entre las risas del público.

En Extraña forma de vida sí hay “noche orgiástica”, como le gusta llamarla, entre Ethan Hawke y Pedro Pascal. El primero interpreta a Jake, el sherif; el segundo es un pistolero llamado Silva. Ambos llevan sin verse 25 años, en el reencuentro, la chispa salta en seguida y tras una cena elegante y llena de deseo, el paso a la habitación es rápido y funde a negro. “El sexo explícito cada vez me da más pereza”, dijo. “Quiero mostrar el placer de otro modo, desde la cena yo ya quiero insinuar que había algo entre dos hombres”. Algo en sus miradas y la forman en la que hablan lo dice todo.

Aunque más subversivo con el género es el post, el después de la noche orgiástica. Y no por el único plano del culo desnudo de Pascal, que veremos por internet, seguro; sino por ver a esos dos hombres hacer la cama en la que lo han pasado bien. “Uno intenta borrar lo que allí pasado, el otro, no”, explicó.

Son las distintas formas que tiene el deseo de manifestarse, las consecuencias de sucumbir a ese deseo. Un deseo carnal, pero también un deseo romántico, de cuidados, de pasar tiempo juntos, de protegerse. Eso es lo que harán dos hombres en un rancho. Sin más. 

Periodista cinéfila y escribiendo (libremente) desde Nueva York sobre películas y sus alrededores culturales en CINEMANÍA y otras publicaciones

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