'Vesper' y las películas imprescindibles del cine biopunk

¿Cíborgs asesinos llegados del futuro? ¿Realidad virtual? ¿Implantes cibernéticos? Lo sentimos, pero eso está demodé: después del ciberpunk, los amantes de la ciencia-ficción y las emociones fuertes tienen otro horizonte, y ese es el biopunk. Un género que cambia la obsesión por la tecnología de Blade Runner, Matrix o Terminator por la ingeniería genética y sus siniestras implicaciones para el futuro de la humanidad.

Vesper, la película de Kristina Buozyte y Bruno Samper que acaba de llegar al cine, es el último exponente de una tendencia que ya ha dejado testimonios memorables en la pantalla. Con sus mutaciones supurantes, sus mundos distópicos y sus corporaciones sin escrúpulos, todos estos filmes te harán gritar aquello de "¡Larga vida a la Nueva Carne!".  

'eXistenZ' (David Cronenberg, 1999)

De Videodrome a Crímenes del futuro, pasando por La mosca, el canadiense más grumoso podría llenar este informe él solito. Pero, puestos a elegir uno de sus filmes, nos quedamos con esta sátira donde Jude Law y Jennifer Jason Leigh se adentran en un laberinto de realidades paralelas, videoconsolas orgánicas y 'biopuertos' de forma sospechosa donde las fronteras entre lo real y lo virtual se difuminan.  

'La cosa' (John Carpenter, 1982)

Si bien Cronenberg es el máximo exponente del biopunk en el cine, Carpenter le dio carta de naturaleza para el público mediante este remake de El enigma de otro mundo con doble dosis de higadillos. El enfrentamiento en la Antártida entre ese Kurt Russell barbudo y pasota y el ente parásito mutante del espacio exterior fracasó en taquilla, pero se convirtió en título de culto gracias a su atmósfera paranoica y unos estupendos efectos especiales llenos de gore. 

'Splice' (Vincenzo Natali, 2009)

Dos genetistas (Sarah Polley y Adrien Brody) se ponen a combinar ADN a lo loco, y el resultado es una adorable criaturita (Delphine Chanéac) de especie desconocida. ¿Qué podría salir mal? Pues todo, por supuesto: el director de Cube se jugó el todo por el todo en esta turbia historia que no solo aborda la ética de los experimentos con el genoma humano, sino también temas tan encantadores como el incesto y la paternidad abusiva.

'Aniquilación (Alex Garland, 2018)

Con una nefasta trayectoria comercial (su estreno mundial tuvo lugar en Netflix, básicamente porque Paramount no sabía qué hacer con ella), esta película llevó al cine el universo de Jeff Vandermeer, uno de las voces más interesantes de la literatura biopunk. Y, aunque Alex Garland decidió saltarse el original a la torera, la atmósfera viscosa de esa zona en la que se adentran Natalie Portman, Tessa Thompson y Jennifer Jason Leigh es una plasmación muy eficaz de los tropos del género.

'Repo Men' (Miguel Sapochnik, 2010)

La interacción entre los avances de la genética y el capitalismo salvaje es una constante en el biopunk. Sin ir más lejos, este filme presenta un futuro donde los trasplantes de órganos artificiales son corrientes y asequibles: si te retrasas en el pago, eso sí, eficientes profesionales como Jude Law y Forest Whitaker se encargarán de reclamar tus nuevas piezas mediante el práctico sistema de abrirte en canal y arrancártelas de cuajo. 

'Gattaca' (Andrew Niccol, 1997)

No todo en el biopunk son grotescas mutaciones: en su debut como director, el guionista de El show de Truman nos lo demuestra presentándonos un mundo futuro donde todo el mundo es guapísimo (con Ethan Hawke y Uma Thurman encabezando el reparto, qué te esperas), se viste como un pincel... y vive a la sombra de una distopía que ha implantado su propio sistema de castas basado en la perfección genética. 

'Tetsuo, el hombre de hierro' (Shin'ya Tsukamoto, 1989)

¿Echabas de menos una película japonesa en la lista? Pues vamos a tener más de una, y la primera de ellas es la cinta con la que Tsukamoto sorprendió al mundo (y le revolvió las tripas, también) llevando al límite la interacción entre carne y metal a través de la metamorfosis experimentada por Tomoro Taguchi. Las difusas secuelas Tetsuo II: El cuerpo de martillo y Tetsuo: The Bullet Man también merecen la pena si quieres poner a prueba tu estómago. 

'The End of Evangelion' (Hideaki Anno, 1997)

Pese a su éxito, la serie Neon Genesis Evangelion tuvo una producción infernal aquejada por una crónica falta de presupuesto. Debido a ello, y a que las quejas de los fans ante el críptico final del show, su creador se desfogó mediante este largometraje que funciona como colofón alternativo, y también como explicación de por qué esa presunta historia de robots gigantes era en realidad un festín de engendros biomecánicos y neuras psicosexuales. 

'Antiviral' (Brandon Cronenberg, 2012)

Si pensabas que esto de los streamers y los influencers se está yendo de madre en nuestro mundo, espérate a ver esta película sobre un futuro cercano, obsesionado con la cultura de la fama, donde la gente está dispuesta a pagar lo que sea por infectarse con las enfermedades de sus celebrities favoritas (y por otras cosas). Efectivamente, el director del filme es hijo de David Cronenberg: ¿se nota mucho? 

'Vesper' (Kristina Buozyte, Bruno Samper, 2022)

La Tierra es un vertedero tóxico lleno de especies mutantes. La clase alta se ha refugiado en entornos herméticos, sacándole la sangre (literalmente) al resto de la especie a cambio de permitirle sobrevivir. Y nuestra única esperanza reside en una niña de trece años (Raffiella Chapman) con buena mano para alterar el ADN. Rodada con medios de cine indie, Vesper es una de las grandes sorpresas recientes de la ciencia-ficción, y una película que no deberías perderte. 

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