'Dark City': El film noir de ciencia-ficción que se adelantó a 'Matrix'

El 27 de febrero de 1998 se estrenaba Dark City en EE UU, aunque no sería hasta el 22 de mayo del mismo cuando aterrizaría en España. El avance del tiempo es inexorable y ya se ha cumplido el 20 aniversario de una película que se erigió automáticamente como uno de los grandes títulos de la ciencia-ficción de todos los tiempos y posiblemente una de las últimas leyendas dentro de este género que a día de hoy conserva intacta su capacidad para fascinar al espectador. Para conmemorar un aniversario tan señalado, nada mejor que hacerlo acompañado por el mismísimo Alex Proyas, quien ha tenido la amabilidad de compartir sus recuerdos con CINEMANÍA.

Ahora es sabido que con Dark City el director Alex Proyas logró el todavía más difícil: superar la leyenda de su filme precedente, El Cuervo (1994). Título cuya fama se había visto potenciada por la macabra muerte del protagonista Brandon Lee y la leyenda negra que lo rodeaba. El gran éxito de El Cuervo, una oscura película de superhéroes para el publico adulto, podría pensarse que esto le abrió Hollywood de par en par y la originalidad de Dark City sería la prueba.

Pero las cosas no son siempre lo que parecen. Proyas nos cuenta la experiencia: “El Cuervo tuvo mucho éxito en taquilla, así que me dio algunas oportunidades. Pero incluso bajo esas circunstancias, pasamos largo tiempo tratando de encontrar el reparto para la película. Fuimos de estudio en estudio, creo que pasamos por tres estudios diferentes, y desarrollamos y reescribimos el guion muchas veces. La financiación llevó mucho tiempo reunirla, y cuando finalmente se reunió, era muy poco dinero para hacer una película muy ambiciosa. La producción fue difícil, y siguió siendo difícil cuando hicimos pase de prueba porque no fue muy bien recibida por el público; fue considerada muy intelectual, demasiado complicada, se me obligó a hacer cambios que realmente no quería hacer, como añadir la narración en off al principio para hacer que la película funcionase mejor para un público comercial. Y desde luego no consiguió esa meta en particular. Siempre he pensado que es mejor mantenerse fiel a una película hasta el final, mantenerte fiel a tu visión original. Y ese el caso de Dark City. En los años siguientes, cuando se me permitió hacer un montaje del director, creo que se acercó mucho más a mi intención original”.

Estas declaraciones despejan las dudas sobre si fue dificultosa o no, la producción de Dark City y no son muy alentadoras de cara a los tiempos que corren. Pero plantean otra pregunta: ¿Cómo era la Dark City original de Proyas? No lo aclara el autor: “Me inspiraron muchas cosas cuando escribí el guion. Las ideas iniciales estuvieron muy inspiradas por sueños, pero lo que hice fue incluir todas las cosas que me apasionaban e interesaban en esa época en una gran mezcladora, y las mezclé todas, y salió este guion llamado Dark City. En realidad inicialmente se llamaba Sleepwalker". 

"Siempre había estado fascinado por el cine negro y las historias de detectives e historias sobre gente sin memoria o que la había perdido, gente que tenía amnesia. Había tenido sueños sobre figuras oscuras y sombrías que reordenaban el paisaje, el entorno, mientras yo dormía, y fueron la inspiración de los Extraños. Había estado leyendo un montón de obras sobre filosofía gnóstica, psicología, Freud y Jung, las extraordinarias memorias de Daniel Schreber, que fue un hombre que tenía una psicosis en Alemania a principios del siglo XX, y muchas de las delusiones que describe en sus memorias me inspiraron a poner algunas de esas ideas e imágenes en Dark City, hasta el punto de que llegué a llamar al personaje de Kiefer Sutherland Dr. Schreber”, recuerda el director.

Aún así, Alex Proyas no es el único guionista de Dark City. Su borrador sufrió significativos cambios por parte de Lem Dobbs y el mucho más reputado David S. Goyer, quien irónicamente venía de trabajar en el guión de la fallida El Cuervo: Ciudad de ángeles (1996), secuela del famoso filme de Proyas. ¿Por qué se requirieron los servicios de dos guionistas más? El director prosigue: “Mi guion era un increíble crisol de elementos que yo asocié libremente y de ahí salió una historia un tanto bizarra. Luego pasé muchos años refinándola con otros dos guionistas que trabajaron por separado. Primero entró Lem, y creo que cuando yo estaba reescribiendo el guion para Touchstone, es decir Disney, él fue el primero de mis coguionistas. Creo que intensificó los aspectos de cine negro; él también es un gran fan del noir de los años 40 e hizo a los personajes más a medida del género y tuvo que ver con darle más realismo a la historia, haciéndola un poco menos onírica. David llegó cuando yo estaba reescribiendo el guion con... Fox, creo que era, y él aportó un poco más de realismo”.

Uno de los múltiples aciertos de Dark City era su potente aspecto visual. Alex Proyas mezcló diversas referencias visuales: “Hay influencia del manga, de Akira y los cómics que me gustan; no tanto Marvel, DC y toda esa basura, sino los artistas de cómic franceses: la revista Heavy Metal, que creo que se llamaba Metal Hurlant en Francia, y gente como Moebius, que estaba contando historias muy surreales y oníricas. Pero para mí la mayor influencia narrativa fue cierta literatura de ciencia-ficción, la obra de Philip K. Dick, Ray Bradbury, Arthur C. Clarke o incluso gente como Brian Aldiss”. Pero por encima de todos estos elementos hubo una película que definió el aspecto y los engranajes de la ciudad: Metrópolis (1927), auténtica pionera de la ciencia ficción universal. Proyas apenas puede ocultar su admiración por la película de Fritz Lang: “La principal influencia visual fue desde luego Metrópolis, el arte de Hugh Ferriss en particular, que creo que de alguna forma influenció a Metrópolis también, los expresionistas alemanes, Murnau, Weegee el fotógrafo... algunas influencias muy inusuales” .

Si antes el director comentaba que encontrar productora para la película fue una tarea difícil, poco después del estreno de Dark City Proyas se encontró con que otro famoso título de ciencia-ficción tenía ideas demasiado parecidas a las suyas. “No es cosa mía decirlo, aunque mi opinión es que ciertamente influimos a Matrix. Tenía un productor en mi película que también trabajó en Matrix, y ese productor en concreto, con el que dejé de trabajar después de que hiciésemos Dark City, les mostró una versión muy temprana a los directores de Matrix sin pedirme permiso, así que obviamente me enfadé muchísimo. Dark City tuvo unos dos años de postproducción, en realidad rodamos la película en 1996 y fue estrenada en 1998, así que este productor les enseñó mi filme de una forma muy deshonesta, algo que jamás deberías hacer con el trabajo de alguien. Tuvieron tiempo para absorber lo que quisieran de mi película. La verdad, no puedo decir mucho más que esto”, afirma Proyas.

Pese a que Dark City fue un fracaso en taquilla, el tiempo le otorgó al filme el estatus que merecía. A los pocos años del estreno, fans de la película organizaron pases omitiendo la voz en off del principio: “¡Estoy muy agradecido a la gente que averiguó que no me gustaba la voz en off, que desde luego revela demasiado de la historia, y creo que ese movimiento en particular, de esos fans, realmente me permitió acabar haciendo mi montaje del director! Hace poco descubrí que, al parecer, hubo gente que proyectaba la película en las catacumbas de París. No sé si se sigue haciendo, pero creo que esa es la forma más molona posible de experimentar mi película, me hubiera gustado poder ir a una de esas proyecciones", recuerda el director. "Los fans juegan un papel muy importante en mis películas, pues muchas parecen no tener un gran resultado comercial en su estreno pero son rescatadas más tarde y se forman cultos alrededor de ellas".