Cinemanía - Noticias

De repente a David Lynch no le importaría tener un montaje del director de ‘Dune’

David Lynch en la 'Dune' de los 80

A cada tanto surgen fans entusiastas que la reivindican, pero lo cierto es que la Dune de 1984 no le gusta ni a quien la dirigió. David Lynch, tras triunfar con El hombre elefante, fue empujado por el todopoderoso Dino De Laurentiis a encabezar una aparatosa superproducción que, basándose en una novela canónica de Frank Herbert, buscaba igualar el éxito de La guerra de las galaxias. Pero Dune fue masacrada por crítica y público, motivando que Lynch se alejara de los grandes presupuestos para siempre mientras respondía con desagrado a cada persona que le preguntaba por la experiencia. El director de Terciopelo azul, en efecto, odia Dune, y esto ha sido así durante años, hasta toparnos con una versión mucho más exitosa a cargo de Denis Villeneuve.

Su Dune particular ya tiene secuela confirmada a manos de Warner Bros., y ha tenido incluso un recorrido bastante reseñable en los premios. Entretanto, la Dune de los años 80 se mantiene como una rareza hasta cierto punto entrañable, y Lynch poco a poco empieza a cambiar su opinión de ella. Entrevistado por AV Club, el legendario cineasta ha pasado de no querer ni oír hablar de esta película a mostrarse levemente interesado por un montaje del director, que corrigiera los tijeretazos e imposiciones que sufrió para estrenarse en cines. “La gente me decía ‘¿no quieres volver y retocar Dune?’ Y yo estaba tan deprimido y asqueado, ¿sabes?”, recuerda Lynch, que en días previos fuera vinculado al Festival de Cannes con una supuesta película que, finalmente, parece no existir.

“Quiero decir que amé a todas las personas con las que trabajé, eran fantásticas. Adoraba a los actores, adoraba al equipo, me encantó trabajar en México, me encantaba todo… excepto que no tenía derecho al montaje final”, apunta el director. “Incluso adoraba a Dino De Laurentiis, por mucho que no me diera lo que quería. Y adoraba a Raffaella, la productora, su hija. Pero todo terminó siendo una tristeza y un fracaso horrible para mí, y si pudiera volver atrás he pensado, bueno, tal vez volvería a hacerla”. En su Dune fue Kyle MacLachlan quien encarnó a Paul Atreides, secundado por Sean Young, Patrick Stewart o un Sting cuyo potencial memeable ha trascendido las décadas.

A Lynch ya no le desagrada tanto la perspectiva de volver a Dune, pero es inevitable que le embargue la melancolía. “Pero quiero decir que nadie… no va a suceder”, concluye. Dune, como película abocada al culto, ha experimentado varios remontajes por parte de distribuidoras y fans a lo largo de los años, alguno de ellos obteniendo una fama considerable. No tiene mucha pinta de que Lynch, que estos días impulsa un plan multimillonario por la paz mundial (por medio de la meditación trascendental a la que es tan asiduo) haya oído hablar de estos remontajes.

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

loading...