Diario de rodaje | Paco Plaza: "Hermana Muerte' expande el universo de 'Verónica"
En unos días en los que Paco Plaza triunfa en la taquilla y en el streaming con La abuela, el director prepara su nuevo proyecto para Netflix. Una precuela de la película de terror Verónica, que aborda ahora la historia de Sor Narcisa (la monja ciega), en su llegada al convento en la posguerra.
Hermana Muerte supone así el nacimiento de una franquicia, que bien podría seguir los pasos de la exitosa saga REC, donde Plaza colaboraba con Jaume Balagueró. El cineasta nos habla sobre su nuevo filme en nuestro Diario de Rodaje (incluido en el número de junio de nuestra revista).
LA IDEA DETRÁS... “Tenía la oportunidad de expandir el universo que habíamos creado con Verónica. En esta ocasión, a través de la Hermana Muerte, un personaje que para mí era icónico. Siempre tuve la sensación de que Sor Narcisa, la monja ciega, tenía una película de terror detrás. Años después, una conversación con el productor Enrique Lavigne y el guionista Jorge Guerricaechevarría [colaborador habitual de Álex de la Iglesia] lo hizo posible”.
EL GUION... “Es un brote del tallo de Verónica. Coge la ficción que inventamos y tira del hilo de ese personaje, que pensamos que tenía más juego. Se aleja del filme original, aunque hay conexiones con el personaje que interpretó Consuelo Trujillo. Además, este título tampoco tiene nada que ver con el cómic que hicimos sobre Hermana Muerte, con motivo del lanzamiento en Blu-Ray de Verónica. Jorge ya escribió anteriormente el guion de Quien a hierro mata y tenía ganas de repetir con él. Creo que el terror es el género más poético que existe. Es la mejor llave para conectar con los misterios del alma humana”.
EL REPARTO... “El nexo ineludible es el personaje de Narcisa, que está en las dos películas, pero también hay pequeños guiños y referencias para el espectador que ha visto Verónica. Ahora, el personaje está interpretado, en su versión joven, por Aria Bedmar [acompañada de Almudena Amor y Maru Valdivielso]”.
EL RODAJE... “El Real Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba (Alfauir, Valencia) ha sido un verdadero hallazgo, que reunía todo lo que buscábamos y nos seguía inspirando. Hemos sacado el máximo partido a esta localización, que ha sido prácticamente el foco de todas las grabaciones (menos dos días fuera de este escenario). Todo un lujo con las lluvias que nos encontramos durante las primeras semanas de rodaje”.
LA PUESTA EN ESCENA...“Queríamos evitar el convento de piedra medieval y gótico, al estilo de El nombre de la rosa. Es algo más fresco. Una línea más mediterránea, gracias a sus paredes encaladas. Una película de terror a la luz del día y repleta de blancos. Dejamos atrás los clichés de las películas de monjas. Un desafío técnico muy interesante”.
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