¿'El regreso de Mary Poppins'? Más bien el regreso de James Baxter
Tratar de resumir la trayectoria de James Baxter como animador implica, de forma inevitable, quedarse corto. Durante los últimos 30 años, ha estado involucrado en todo tipo de proyectos con todo tipo de estilos visuales, moviéndose constantemente entre el 2D y el 3D e incluso experimentando con híbridos. Así empezó, en realidad: su primer largometraje fue la revolucionaria ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, en la que se encargó de varios personajes secundarios bajo la supervisión del legendario Richard Williams.
El joven Baxter, nacido en Inglaterra, se unió al estudio londinense de Williams con tan solo 18 años, y su trabajo allí le catapultó de forma casi inmediata a una Disney Animation en plena producción de la película que terminaría salvando el estudio: La sirenita. Allí, animando a Ariel bajo la supervisión de Glen Keane, asimiló el rol de supervisor de animación que después pondría en práctica con personajes como Bella en La bella y la bestia, Rafiki en El rey león o Quasimodo en El jorobado de Notre Dame.
Pero éste jamás dejó de añorar sus orígenes, razón por la que fundó su propio estudio, James Baxter Animation, para colaborar de forma independiente en toda clase de proyectos 2D, desde las secuencias animadas de Kung Fu Panda hasta las de Encantada. Pese al posterior cierre del mismo, Baxter sigue, a día de hoy, uniéndose a proyectos 2D que requieran su talento, elemento fácilmente comprobable en los 20 minutos de animación tradicional presentes en El regreso de Mary Poppins, quizá la sección más memorable de la película al completo.