'John Wick 4' es una mezcla de 'El bueno, el feo y el malo', 'Zatoichi' y mitología griega
La promoción de John Wick: Capítulo 4 está marcada por la insistencia en que va a ser la película más grande de la saga. A cada entrega, la franquicia encabezada por Keanu Reeves ha encandilado al público con unas secuencias de acción más elaboradas junto a una profundización en su atractivo universo. Ese al que, en un futuro próximo, Lionsgate quiere volver no solo en materia de nuevas entregas de John Wick (ya hay confirmada una quinta película, que llevaría el viaje de Baba Yaga a su final), sino a través de spin-offs como la miniserie The Continental y el film Ballerina, protagonizado por Ana de Armas. Este último contará con las apariciones de Reeves y de Ian McShane como Winston.
Pero aún queda tiempo para comprobar qué nos tienen preparado The Continental y Ballerina. Capítulo 4, en cambio, se estrena el 24 de marzo de 2023, y su director Chad Stahelski (presente en la saga desde el principio) ya está dedicado a vender sus bondades por los medios. En Empire ha intentado describir el espíritu de John Wick 4 del modo más épico posible, enumerando sus referentes: “Si coges El bueno, el feo y el malo, lo cruzas con Zatoichi y añades mitología griega, obtendrás algo como esto”. Acto seguido se da cuenta de la imagen tan molona que ha implantado en nuestras cabezas, y añade: “¿Quién más puede decir este tipo de frases? Ahora sabes por qué me gusta hacer John Wick”.
El bueno, el feo y el malo podría implicar que la película es más coral de lo acostumbrado, dedicándole tiempo al reparto que ha congregado más allá de Reeves: su compañero de Matrix Laurence Fishburne, el citado McShane, Donnie Yen, Bill Skarsgård y Rina Sawayama, lo más parecido a una coprotagonista al parecer. Zatoichi, por su parte, es una de las películas más conocidas de Takeshi Kitano, recordada no solo por su espectacular acción sino por su talante revisionista hacia los samurais. Lo de la mitología griega, a saber. “Daba un poco de miedo después de la tercera. Porque ahora tenemos una fórmula que funciona”, prosigue Stahelski en torno a su deseo de experimentar con la saga.
“Pero tienes que deshacerte de la cautela y decir ‘a la mierda, no vamos a hacer eso otra vez’. Así que ahora, en la cuarta, tenemos múltiples líneas argumentales. La película es diferente. Parece más épica". Estas líneas argumentales se desarrollan por diversas localizaciones, estilo Francia, Jordania o Tokio. “Viajo mucho. Estoy en París explorando, y veo el Arco del Triunfo y digo ‘vale, tengo una idea’. Así que la pongo en la película”, cuenta el director sobre su proceso creativo. “Tengo algunos amigos en la comunidad de acróbatas, así que pienso ‘eso sería un gag de caballo genial’. Dos de las grandes secuencias fueron ideas de última hora que siempre quise probar pero que no sabía cómo hacer”.
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