La gala de los Premios Goya 2021 ha sido la menos vista de los últimos 15 años

La 35 edición de los Premios Goya tuvo un desarrollo prácticamente intachable por mucho que las circunstancias obligaran a un formato complicado, con los candidatos teniendo que aguardar desde sus casas a averiguar si habían conseguido el cabezón. No obstante, y pese al trabajo de Antonio Banderas y María Casado como presentadores desde el Teatro del Soho Caixabank, la gala ha obtenido una audiencia muy mejorable, que medios como Vertele colocan como la más baja desde 2006. Con 2.482.000 espectadores congregados, se trata de la fiesta del cine español menos vista en los últimos 15 años, y atesora el share más débil desde 1994.

Los Goya han perdido 1.116.000 espectadores desde 2020, cuando la ceremonia obtuvo el segundo mejor dato de la década. Se equipara a así a las fallidas galas que presentaron en su momento Concha Velasco y Antonio Resines, y Rosa María Sardá (en 2006 y 1994, respectivamente). Aunque, eso sí, cabe hacer un par de matices: las cifras dependen inevitablemente del hecho de que fuera una gala considerablemente más breve que las anteriores (terminó a las 00:30 en lugar de la habitual 1:30), y por mucho que palidezcan en comparación a audiencias anteriores se mantuvo como el programa más visto de la noche del sábado, siendo la oferta líder en prime time.

Por otra parte, el descenso de la audiencia puede equipararse a lo ocurrido hace pocos días con los Globos de Oro, que con su celebración telemática (en términos muy similares a los Goya) cosechó un mínimo histórico de 6.9 millones de espectadores. Emitida por NBC, la gala presentada por Amy Poehler y Tina Fey se quedó cerca de obtener la peor marca del siglo, a poca distancia de aquella edición de los Globos de Oro que en 2008, debido a la huelga de guionistas, tuvo que ser reducida a una rueda de prensa. Todo lo cual indica que la crisis del coronavirus no solo ha afectado a la cartelera, sino también al interés de los televidentes.