¿Qué es el live-action? El formato que emplea 'Peter Pan y Wendy' y otros remakes de Disney
La nostalgia le sale muy a cuenta a Disney. Este año la Casa del Ratón cumple un siglo de vida, y como en todas estas décadas ha tenido tiempo de lanzar varios clásicos quiere exprimir la memoria sentimental que los rodea. La nostalgia es, sin duda, el valor fundamental que explica algo como los remakes en acción real que tanto han abundado en la filmografía de The Walt Disney Company de un tiempo a esta parte.
El otro valor es aún más cuestionable, y concebiría la animación como un medio artístico limitado, que solo alcanzaría el perfeccionamiento cuando abrazara el hiperrealismo. Esto es, el hiperrealismo que le podría brindar algo como el CGI: imágenes generadas por ordenador que han sido fundamentales para convertir dibujos animados en una película con intérpretes reales, y para impulsar la jugada de los remakes.
El live-action nombra este tipo de películas, siendo apropiado insistir en lo de “acción real” puesto que su precedente es animado, y se ha efectuado una operación más o menos compleja para traducir un medio a otro. Live-action señala una oposición: no tiene mucho sentido distinguir una película normal y corriente como live-action (al haberse rodado con gente de carne y hueso), pero sí cuando este live-action se extrae de una historia que antes habíamos conocido con dibujos animados.
Es lo que ocurre, más o menos, con Peter Pan & Wendy. David Lowery ha dirigido su segundo film para Disney luego de conseguir cierto prestigio con Peter y el dragón, otra revisión live-action (en este caso de un film de los años 70 que combinaba acción real con un dragón animado en 2D). Su versión de Peter Pan apunta a alejarse un poco del clásico homónimo de la Casa del Ratón, y de hecho parece tener más en común con films como Hook de Steven Spielberg o Pan de Joe Wright.
Breve historia del live-action
Pero sigue formando parte de esta estrategia para insuflar nueva vida a sus clásicos animados. Es común considerar que esta dio comienzo en 1994, con El libro de la selva: La aventura continúa. No obstante, el film de Stephen Sommers era más bien una secuela de El libro de la selva, con lo que la etiqueta de remake era más adecuada para 101 dálmatas. Glenn Close interpretó a una Cruella DeVil en esta película de 1996.
Y tuvo secuela, 102 dálmatas. Como secuela era, en sí misma, la Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton, en 2010. Excepciones que nos llevan a sostener más rigurosamente que los remakes de acción real, tal y como los entiende Disney ahora, empezaron en 2016. Antes habíamos tenido una Cenicienta a manos de Kenneth Branagh, pero su parentesco con el original animado no era tan fuerte como el de El libro de la selva.
Este film lo dirigió Jon Favreau, con un gran éxito que precipitó que Disney acotara su estrategia a la extrema fidelidad que este film guardaba con respecto al de 1967 (reteniendo sus canciones y todo). Así pues, estas versiones live-action son como calcos digitales e hiperrealistas de grandes clásicos animados, y han demostrado tener el apoyo del público gracias a la nostalgia satisfecha y a la apertura a nuevos espectadores.
Tras El libro de la selva vino La bella y la bestia, con Emma Watson. La película arrasó en taquilla, y las piezas se dispusieron en el tablero de forma que solo en 2019 se estrenaran tres remakes de acción real: Dumbo, Aladdin y El rey león. Dumbo y Aladdin fueron dirigidas respectivamente por el citado Burton y Guy Ritchie, mientras que de El rey león se encargó Favreau cuadrando el círculo.
El creador de The Mandalorian no solo obtuvo una taquilla asombrosa, sino que forzó tanto la estrategia como para que la práctica integridad de la película estuviera creada por CGI. Con lo que, en cierto modo, El rey león seguía siendo animada, solo que en 3D. El rey león ha sido la cúspide del movimiento, seguida de varios estrenos en Disney+ (antes de Peter Pan & Wendy vinieron La dama y el vagabundo y Pinocho).
Este 2023, tras la experiencia fallida de Mulan y fugas como Maléfica y Cruella (que aun deudoras de los originales animados plantean cambios demasiado significativos en la historia para ser consideradas remakes), tenemos tanto Peter Pan y Wendy como La sirenita. Este film de Rob Marshall sí apunta a ser un remake puro y duro, y seguramente vuelva a triunfar en taquilla. Se estrena el 26 de mayo.
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