Michelle Yeoh gana el Oscar a la mejor actriz y se lo dedica a todas las madres: "Son las verdaderas superheroínas"

En los primeros compases de la temporada de premios, Cate Blanchett aparecía como indiscutible favorita al Oscar por su papel en Tár, sensación después reafirmada al comprobar su formidable trabajo. Sin embargo, en absoluto se descartaba que ganara Michelle Yeoh por el efecto Todo a la vez en todas partes, predicción que en las últimas semanas fue cogiendo más peso conforme se tenía cada vez más claro que la película de los Daniels iba a ser la gran vencedora. Precisamente esta fue la vía que se impuso en la 95 edición de los galardones.

Yeoh, la primera intérprete de origen asiático (es natural de Malasia) en conseguir la estatuilla dorada en la categoría de mejor actriz, centró la mayor parte de su intervención a los agradecimientos. Más allá de las menciones a los Daniels (los directores), al estudio A24 y al equipo técnico y artístico, Yeoh resaltó que se lo dedicaba a su madre, de 84 años, a la que de hecho dará el trofeo. Un guiño que extendió a "todas las madres del mundo". "Son las verdaderas superheroínas y sin ellas no estaríamos aquí ninguno", resaltó. Completó el cauce de tributo agradeciendo la decisión de la Academia estadounidense. "Esto es histórico", indicó al respecto.

Antes quiso acordarse de los niños y las niñas que se parecen a ella y la estaban viendo por televisión. Les dijo que el Oscar representa un "faro de esperanza y oportunidades" en el sentido de que "se puede soñar en grande" y de que las ilusiones se hacen realidad. Añadió, dirigiéndose a las chicas, que nunca permitan que alguien les diga que ha pasado su mejor momento.

Además de con Blanchett, Yeoh competía por la distinción con Ana de Armas (por encarnar a Marilyn Monroe en Blonde), con menos opciones reales de las que hubiera gustado, Andrea Riseborough (sorprendente en To Leslie) y Michelle Williams (Los Fabelman).

El papel de la actriz en Todo a la vez en todas partes, un singular juego con el concepto de multiverso, apuntaba a convertirse en icónico dentro de su trayectoria, y el Oscar oficializa la cuestión. Hasta la fecha, Tigre y Dragón y El mañana nunca muere (de la etapa de Pierce Brosnan como James Bond) constituían sus filmes más conocidos.

En su carrera aparecen asimismo La momia. La tumba del emperador dragón, Sunshine o, una década después, Crazy Rich Asians, la cual marcó el inicio de su fase de regreso, a la que se adscribe también Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos, del universo Marvel.

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