'Millennium Actress': La voluntad de vivir según Satoshi Kon

La película más infravalorada del autor de 'Paprika' regresa a los cines en 4K con todo su amor al cine y a la vida. 
Fotograma de 'Millennium Actress', de Satoshi Kon.
Fotograma de 'Millennium Actress', de Satoshi Kon.
Cinemanía
Fotograma de 'Millennium Actress', de Satoshi Kon.

Dentro de la filmografía de Satoshi Kon, Millennium Actress puede quedar como un título peculiar, solo apto para exquisitos. La cinta que llega a nuestras pantallas en 4K el 26 de febrero no es un thriller como Perfect Blue ni comparte el surrealismo mareante de Paprika, y quienes busquen en ella una tragicomedia a la altura de Tokyo Godfathers también se irán de vacío.

Pero hay algo que esta película comparte con los demás títulos del autor japonés, y es su ánimo de radiografiar las entrañas de su país a través de sus obsesiones. El penúltimo largo de Kon, fallecido en 2010, es tanto un repaso a la historia japonesa reciente (especialmente a esas vergüenzas que quieren esconderse bajo la alfombra) como un conmovedor, entrañable homenaje a su cine.

Una diva adorable

La premisa de Millennium Actress es sencilla en apariencia: un director de documentales y su cameraman acuden a una casa de campo para entrevistar a Chiyoko Fujiwara, una actriz ya anciana que se retiró de improviso tras recorrer una trayectoria fulgurante: de estrella en ciernes en los años previos de la II Guerra Mundial, a ídolo de la pantalla en el Japón en ruinas post-1945. 

Lejos de ser una figura enigmática o tenebrosa, como la Fedora y la Norma Desmond de Billy Wilder, Chiyoko resulta ser una señora adorable dispuesta a

revisar su trayectoria frente a la cámara... y también a compartir sus recuerdos, incluso los que más duelen.

Tanto en la historia personal que cuenta la actriz (la de un amor frustrado por el militarismo del Japón imperial) como en el transcurrir de la entrevista hay lugar para las sorpresas. Y también para evocaciones de películas en las que uno puede reconocer tanto los filmes de época de Mizoguchi o Kurosawa  hasta las películas de monstruos gigantes (¡con cameo de Godzilla incluido!). Pero su verdadero tuétano está en los dramas de posguerra firmados por Mikio Naruse y Yasujiro Ozu.

No en vano los modelos de Kon para crear a la protagonista fueron Setsuko Hara y Hideko Takamine, actrices que trabajaron con los directores de Cuando una mujer sube la escalera y Primavera tardía. De Hara, que ha pasado a la historia como la actriz fetiche de Ozu, el director tomó un elemento crucial: su retirada a los 42 años. En su último mensaje a la prensa, la actriz declaró que, sencillamente, nunca le había gustado el cine.  

Estas palabras, sin embargo, no se aplican a la protagonista de Millennium Actress. Y menos aún a la película en sí. A pesar de recordarnos nombres muy graves y de incluir momentos de mucho llorar, este filme está lejos de dejar una impresión sombría. Algo a lo que ayuda una banda sonora espectacular de Susumu Hirasawa. 

Millennium Actress supone, en realidad, un canto al esfuerzo que nos hace convertirnos en otras personas para ser nosotros mismos, así como al poder de la pantalla para revelarnos nuestras vidas a partir de historias ajenas. Y también una acrobacia narrativa que parece una película cuando es, en realidad, muchas.

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