Así es 'Red One', la carísima y demencial comedia de acción navideña que casi se carga Dwayne Johnson
En los últimos años Dwayne Johnson ha pasado de ser una estrella querida por el público a acumular fracasos y tener una imagen pública bastante cuestionada en Hollywood. Sin duda le hizo mucho daño la que se lió con Black Adam: Johnson impulsó esta película de DC como un vehículo para su ego, y aparte de forzar cambios en la posterior ¡Shazam! La furia de los dioses (mientras orquestaba un fallido regreso de Henry Cavill como Superman), llegó a intentar manipular los datos sobre su recaudación en taquilla. Todo mientras su fama de trabajador conflictivo se iba extendiendo, hasta terminar estallando en Red One.
Red One es una película de Amazon MGM Studios que acaba de publicar su primer tráiler, anunciando que llegará a cines españoles el próximo 15 de noviembre gracias a la distribución de Warner Bros. El tráiler ya ha suscitado comentarios incrédulos en redes sociales, por lo chiflado del argumento y la pinta mejorable de todo: Red One es una comedia navideña de acción, donde el personaje de Johnson recibe la misión de rescatar a nada menos que Papá Noel. Este, al que encarna un musculoso J.K. Simmons, ha sido secuestrado en vísperas de Navidad, y Johnson ha de aliarse para solucionarlo tanto con un mercenario sospechoso al que encarna Chris Evans, como con un oso polar parlante.
Red One, como Black Adam, es un proyecto personal para Johnson, y eso se percibe desde los implicados en la película. Jake Kasdan dirige tras las dos últimas entregas de Jumanji con el protagonismo de Johnson. Chris Morgan es el guionista, tras escribir varias películas de Fast & Furious con The Rock involucrado. Y la película como tal es una producción de Seven Bucks, el sello de Johnson, lo que condujo primeramente a unos cuantos percances de los que nos hicimos eco en mayo.
Lo más llamativo de Red One (antes que el oso polar, o el ejército de muñecos de nieve asesinos que se deja ver en el tráiler) es su presupuesto: ha costado más de 250 millones de dólares, una salvajada que para nada se ajusta a la naturaleza de la película. Los motivos son de muy variado pelaje. Por un lado está la presencia de Seven Bucks, cuyos productores al parecer tenían muy poca experiencia cuando se involucraron en Red One, e hicieron que el rodaje se encareciera. Casi tanto como lo provocó el propio Johnson, que parece el culpable final de los percances que ha sufrido el desarrollo de Red One.
La impuntualidad crónica de Johnson llegó a un punto límite en el rodaje de Red One. Provocó que se perdieran jornadas de trabajo enteras, en paralelo a que la mayor parte de los días se negara a trabajar más de cuatro o cinco horas. Johnson además tenía el molesto hábito de orinar en botellas durante el rodaje para dárselas a su asistente y que este se deshiciera de ellas. Puede que esto último no encareciera Red One, pero será difícil no tenerlo en mente cuando la película llegue a cines intentando, con bastante poca convicción, compensar todo lo que ha costado. Aquí tienes el tráiler, hohoho.
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