¿Quién es Ruth Handler? La historia real detrás de la muñeca Barbie
Con Barbie y Margot Robbie tiñendo de fucsia los cines, nos adentramos en la historia real detrás del nacimiento de la muñeca de Mattel. Ruth Handler creó a Barbie para su hija Barbara. Se había dado cuenta de que la pequeña y sus amigas preferían jugar con muñecas que simulaban ser adolescentes que con aquellas de rasgos físicos infantiles. Estas versiones más mayores les permitían representar sus sueños de futuro, fantasear con ser estudiantes universitarias, juezas o astronautas.
En un viaje a Lucerna, cuando Barbara tenía 13 años, la familia pasó frente a una tienda en cuyo escaparate se exhibían muñecas con cuerpos de mujer adulta, vestidas para esquiar. Las llamaban ‘Bild Lilli’. Días después, Ruth se haría con una de ellas en Viena y la llevaría de regreso a EE UU para que inspirara a los diseñadores de Mattel, la empresa de fabricación de juguetes que poseía con su marido, Elliot Handler.
Nacida en Colorado en 1916, Ruth había conocido a Elliot en el instituto y, nada más casarse, se habían mudado a Los Ángeles, donde él fundaría Mattel con Harold Matson. En sus inicios, la compañía se dedicó a la venta de marcos de fotos de madera, pero Matson no tardó en abandonar Mattel, precipitando la entrada de Ruth en el negocio.
El criticado lanzamiento al mercado de Barbie
Fue con la entrada de Ruth cuando la marca, ya centrada en la industria del juguete, empezó a expandirse, primero adquiriendo los derechos de fabricación de productos de El club de Mickey Mouse, y después con la aparentemente “disparatada” pero revolucionaria llegada de Barbie al mercado.
“En EE UU, no hizo mucha gracia la idea de una muñeca que tenía pechos”, recordaría la creadora en entrevistas posteriores. Los diseñadores se mostraron escépticos, los vendedores temerosos, pero Ruth no dio su brazo a torcer: “Toda niña necesitaba una muñeca en la que proyectar sus sueños de futuro. Si iban a verse reflejadas en una muñeca de 16 o 17 años, era una estupidez que esta fuera plana, así que le di unos pechos preciosos”.
El 9 de marzo de 1959, Mattel presentó a su primera Barbie, una modelo adolescente, en la feria de juguetes de Nueva York y, pese a los peores presagios, con ella llegó el éxito. Dos años después, nacería Ken (en honor a Kenneth, hijo de los Handler) y, entre los lucrativos años 60 y 70, se les sumarían una sucesión de ‘Barbies’ (doctora, veterinaria o la Barbie Malibú que podría haberse inspirado en Sharon Tate) y ‘Kens’.
También salieron a la venta otros personajes del mismo universo como Francie, la amiga negra de Barbie, o Midge, la muñeca embarazada que fue retirada del mercado acusada de promover el embarazo adolescente y a la que Emerald Fennell da vida en el filme de Greta Gerwig.
Barbie, el legado imperecedero de Ruth Handler
La propia Barbie ha sido y continúa siendo cuestionada por diversos grupos feministas que le reprochan que perpetúe una imagen idealizada y poco realista del cuerpo femenino. Handler respondía a estas críticas escudándose en la adoración que los compradores mostraban por su icónica creación mientras veía cómo el imperio Mattel seguía creciendo.
Además, en los 70, Ruth emprendió una nueva aventura empresarial muy personal: nos referimos a la iniciativa Nearly Me, que consistía en la elaboración de prótesis mamarias realistas para quienes, como ella, habían sobrevivido al cáncer. Se sentía tan orgullosa del resultado, un hito en aquella época, que en alguna que otra entrevista retaba a los periodistas a que tocaran sus pechos y adivinaran cuál de los dos era real.
Ruth fallecería en 2002 debido a un cáncer de colon, pero su legado con melena rubia sigue inspirando a niños y niñas de todo el mundo. “Mi intención con Barbie era que, a través de la muñeca, una niña pequeña soñara y supiera que podía ser lo que quisiera”, escribió en su autobiografía Dream Doll: The Ruth Handler Story: “Barbie siempre simbolizó que la mujer tiene la opción de decidir”.
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