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¿Se estrenan demasiadas películas cada semana en España?

Una escena de 'Érase una vez en Hollywood'

Vamos a tomar como ejemplo el viernes 17 de marzo de 2023. Tenemos estos estrenos:

¡Shazam! La furia de los dioses, la segunda parte de la infantilizada historieta de DC que fue una sorpresa allá en 2019. El extraño, un thriller presentado en el último Festival de Sundance. Bajo terapia, una película de Gerardo Herrero que acaba de estrenarse en el Festival de Málaga. Viejos, película de terror sobre la vejez y la familia presentada en el último Festival de Sitges con críticas irregulares. 

El precio de la venganza, una cinta de acción también presentada en el último Sitges para muy fans del género protagonizada por Stephen Dorff -¿os acordáis del villano de Blade? Pues ese pavo-. ¿Y qué tendrá que ver el amor?, una comedia romántica, debut en el guion de Jemima Goldsmith, escudera de Lady Di y productora de American Crime Story o The Clinton Affair. Blue Thermal, anime romántico presentado en Sitges. Los reyes del mundo, película colombiana sobre la amistad entre cinco chicos de Medellín que ganó la Concha de Oro en el último Festival de San Sebastián. 

Un paso adelante, cinta francesa sobre el mundo del ballet con 9 nominaciones a los Premios César. In Viaggio, viajando con el Papa Francisco, un documental sobre el papa que se presentó en el Festival de Venecia y al que acompañaron buenas críticas. La santa de lo imposible, ópera prima de un director suizo que se produjo allá en 2020 pero que llega ahora a nuestras salas. 

Coppelia, película holandesa con mucho baile. Glassboy, cinta italiana de 2020 sobre un niño que sufre hemofilia. My Sunny Maad, película de animación checa nominada a los Premios César de este año y a los Globos de Oro del 2021. Iberia, naturaleza infinita, documental español sobre el águila real. 

15 películas… Los cines multisalas tienen menos salas.

La semana siguiente, la del 24 de marzo, se estrenarán 12. Y así semana tras semana, sin apenas espacio para la cultura, y menos para el cine, en los medios de comunicación donde se supone que un espectador se informa de lo que echan. Con un número de salas de cine limitado ya no en las grandes ciudades, que también, sino en el resto de capitales de provincia y con un lío tremendo sobre las ventanas de exhibición, ¿Cuánto tiempo estarán estas películas en salas? ¿Cuándo cambiarán de horario? ¿Cuándo las quitarán? ¿Cuándo llegarán a una plataforma, si llegan?

Que los espectadores sepan qué películas se estrenan o cuándo se estrenan y en qué cines estarán es casi un milagro. Porque además son tantas que la cartelera de los cines está en constante cambio, haciendo bastante difícil coincidir al espectador con la película que quiere ver. Una cita que empieza a ser un poco imposible. Cada vez hay más paralelismos entre: “¡Ay! Quiero ver en el cine la última película de Spielberg!”, con esos dos amigos que se encuentran y se dicen eso de “a ver si quedamos un día de estos”.

En el año 2019 y según los datos aportados por Cine Yelmo, se estrenaron 415 títulos, una media de 7 estrenos por semana y este año, 2023, todo apunta a que las cuentas se saldarán con varios cientos de películas más estrenadas en nuestras salas... ¿Cómo se ha ido inflando esta burbuja? ¿Cómo afecta a la industria? ¿Qué tienen que ver las plataformas? ¿Cuál es el futuro del cine y de los cines teniendo en cuenta que la media de asistencia al cine en España es de dos o tres veces al año por espectador?

Muchas preguntas. 

Preguntas que hemos lanzado a distintos profesionales de la industria cinematográfica de este país. Eva Rekettyei, directora de programación en los Cine Yelmo; Félix Abel de la Cruz, programador en la filmoteca de La Rioja Rafel Azcona y CEO de FC35, CONSULTORES DE CINE SL.; también con Stefan Schmitz y Manuel Palos, director general de AVALON y Director de Marketing y Comunicación en AVALON respectivamente; y con Andrea Bagney, directora, guionista, productora y distribuidora de Ramona

Todos tienen una visión sobre este problema bastante personal. Todos enumeran sus argumentos desde su propia visión del negocio, confrontando en unos puntos y confluyendo en otros. Hemos hablado con todos ellos por separado y en distintos momentos… 

Sin embargo, transcribiendo sus palabras hay ocasiones en las que parece que dialogaran entre sí a través del tiempo y el espacio. Tampoco mucho tiempo, un par de semanas entre la primera y la última entrevista, ni espacios muy lejanos, todas las entrevistas se hicieron en Madrid. (No nos vayamos a flipar ahora que están tan de moda los multiversos).

Vamos al grano.

Cómo hemos llegado hasta aquí

Una escena de 'Babylon'

“El retraso de los estrenos por parte de los grandes estudios como Aquaman, Indiana Jones, Flash…” Eva Rekettyei empieza a enumerar los motivos por los que ella y su equipo de programadores piensan que se ha llegado a este punto un poco insostenible. 

“Los cines siempre han sido un escaparate, revalorizan los contenidos, así que una película que pasa por un cine tendrá mucho más valor”. También habla de la atomización de la distribución: “Cada vez hay más distribuidoras. España es un país fragmentado a nivel de exhibición pero también en distribución debido a las ayudas europeas a la distribución”.

Sobre este último punto que comenta Eva, lo de la distribución y sus ayudas, Stefan Schmitz y Manuel Palos de Avalon son bastante directos: “La atomización de este mercado se ha debido a distribuidoras que han ido cerrando como Manga, o Vértice que ha tenido mala suerte, o como ha salido gente de Planeta o como Filmax ha tenido dificultades económicas… Prácticamente los cinco actores principales del mercado han tenido que hacer una limpieza de personal. Así que tienes a gente con toda la experiencia del mundo… ¿y qué hacen? Montan una distribuidora. ¿Y cómo empiezan? Pues comprando una película por 20.000€ para intentar distribuir”.

Así que la competencia es feroz, claro. Además teniendo en cuenta las ayudas de las que habla Eva.. Ayudas europeas a la distribución como las de Media o nacionales, como las del ICAA, que Schmitz y Palos no dudan en sacar a coalición cuando hablan de su trabajo: “¡Ojo con quejarse!” comenta Stefan y Manuel prosigue: “Hay que hablar sobre el tema de las ayudas para que la gente entienda cómo este negocio es sostenible”.

Más allá de las ayudas a la distribución, Félix Abel de la Cruz nos abre la mirada hacia el resto de territorios de España que no son las grandes ciudades: “La explotación de las películas es mucho más ventajosa de lo que parece para la distribuidora… Tú estrenas aquí [Madrid] la última película de Shyamalan, por ejemplo, haces x dinero y después la llevas por los pueblos. O sea, haces una taquilla, el box office, y luego la llevas por los pueblos a esos cines-teatro inmensos donde se proyecta la película los sábados y los domingos. Si la película va muy bien la distribuidora puede arriesgar e ir a porcentaje pero si no están seguros cobran unos 400€ por pase… Si multiplicas 100 pueblos por una media de 400 te salen 40.000€. ¡Para muchas distribuidoras esta cantidad es la que paga la nómina de sus empleados!”

Las películas que no se estrenan

Una escena de 'Ramona'
Cinemanía

O sea, que la distribución en España tiene buena salud, es un negocio que se sostiene y que visto lo visto, con más de diez películas estrenadas por semana, va viento en popa. 

Y, sin embargo, hay películas que no consiguen distribución. Películas relevantes. No las copias de copias protagonizadas por Bruce Willis durante las últimas décadas y que se compran y se venden para rellenar catálogo en plataformas VOD… Hablamos de películas como Ramona, con premios en festivales de clase A y distribución en Francia. 

Andrea Bagney nos cuenta su particular viaje con Ramona, proyecto en el que no creyó ninguna productora, ni ninguna distribuidora de este país: “Hacemos Ramona y de repente se va a la liga de los mayores. Estrena en Karlovy Vary, vamos a mogollón de festivales, ganamos premios y pensamos… Nos van a distribuir en España… Evidentemente. Ganamos en Roma el premio a mejor guion con dos menciones especiales a la mejor comedia y a la mejor ópera prima. Consigo distribuidora en Francia para primavera, en Corea en mayo, estoy en negociaciones en EE.UU…. ¿Cómo no voy a distribuirla en España? Pues nada, a ninguna distribuidora le interesaba Ramona. Una película que Deadline comparó con La peor persona del mundo [ganadora al Goya a mejor película europea].”

Los motivos por los que Ramona no se distribuye en España pueden ser varios, según Andrea: “Intentábamos vender una película española como si fuera extranjera. Para que tengas subvención, necesitas tener firmada la distribuidora, así que cuando llegamos nosotros estas ya tenían su año de películas españolas totalmente copado. Y claro, Ramona no ganó Cannes... No existía el espacio para Ramona porque no existe ningún distribuidor dispuesto a arriesgar”. 

¿Se producen demasiadas películas?

Una escena de 'Babylon'
Cinemanía | Photo Credit: Scott Garfield

Así que, llegados a este punto, tenemos claro que por mucho que haya una cantidad ingente de estrenos que llegan a salas por medio de distribuidoras, y que estas tengan un negocio más o menos sostenible, no todas las películas consiguen distribución… Lo que nos lleva a andar un poco hacia atrás… Si se estrenan muchas películas, es porque se distribuyen muchas películas, y si se distribuyen muchas películas es porque se producen muchas películas. 

“La afluencia del producto es un problema generalizado”, explica Stefan, “para nosotros, que somos productora y distribuidora, el tema de la producción es muy preocupante”. Que no se produzca tanto podría ser una solución, claro, pero no se puede regular, no puedes decir a una productora: tú no estrenas.

Porque en el fondo, y mirando a España, esto es una buena noticia: “Hemos vivido en los últimos años una profesionalización del sector brutal. No tiene nada que ver el panorama profesional con el de hace 15-20 años. Esto nos hace pensar que no es solo casualidad que tengamos un año de cine español como este donde a nadie le cuesta decir cinco, seis, siete películas españolas que les han gustado”, comenta Stefan.

Las formas clásicas de financiar o distribuir un proyecto uno las puede estudiar en cualquier escuela de cine, pero cuando no hay una productora detrás, como en el caso de Ramona, las formas de levantar un proyecto se multiplican en posibilidades con un poquito de pasión y originalidad: “Le llegó el guion a Sergio Uguet de Resayre, un productor acostumbrado a levantar el dinero de manera privada de aquí y de allá para películas apátridas, sin subvenciones. Leyó el guion y le encantó y me dijo que íbamos a hacer un peliculón, como se pudiera, porque si la película era buena se iba a vender. Y con Sergio comenzamos a negociar con una productora pequeña. Sin embargo, para optar a la subvención de la Comunidad de Madrid y del ICAA la productora quería que firmara cosas que no estaba dispuesta… No me sentí alineada artísticamente y decidimos no firmar. Así que Antonio, mi marido, que trabaja en un restaurante, habló con sus socios del grupo MAKKILA y en plena pandemia, con el futuro de la restauración en el aire, decidieron expandir el negocio y montar una productora y así nació Tortilla Films, a riesgo de pulmón, con Antonio hablando con sus socios, con las cerveceras…”.

Y a pesar de no tener distribución Andrea no se rindió. Su película tenía que ir a los cines y ya se encargó ella y su equipo de llevarla a las salas: “Cuando ya nos dimos cuenta que no nos distribuían yo hablé con los cines Renoir en Princesa para ponerla al menos una semana mínimo y así tener la posibilidad de presentarnos a los premios Goya. Antonio por su parte alquiló el cine Capitol para hacer un evento donde acudieron 1.300 personas… Eso creó una onda expansiva que provocó que en vez de estar una semana en los Renoir estuviéramos cinco ya que las tres primeras siempre estábamos sold out. Llenamos sin publicidad ni nada, solo con el evento del Capitol. Bueno, Antonio se iba al Rastro con mis hijos y con carteles de Ramona. Álex de la Iglesia nos llegó a compartir en IG”.

El arte de colocar todas las películas en las salas de cine

Una imagen de 'La La Land'
Cinemanía

Entonces, recopilemos… 

Las películas se producen a veces desde dentro de la industria y a veces desde fuera, como en el caso de Ramona. Y también se distribuyen si no a través de una distribuidora, mediante una directora que levanta el teléfono para convencer al cine que programe su película. Y así, en un momento bastante dulce para los creadores y, sobre todo, para los productores que tienen acceso a un suculento sistema de subvenciones, no paran de llegar títulos a la cartelera semanalmente. 

Pero todos esos títulos hay que colocarlos en un cine, en una sala, en un pase… Una tarea cada vez más compleja y que llevan a cabo los programadores como Eva, de una cadena internacional como Cine Yelmo o Félix, en la filmoteca de La Rioja y en las salas de cine de pueblos en Navarra, Burgos… Tarea que hará o no que las distribuidoras alcancen las ganancias necesarias para recuperar la inversión que hicieron para distribuir su película y de la que también dependerá que un espectador pueda ver o no la película que desea ver. 

“Nosotros hacemos cada semana una estimación de cuáles serán las películas más importantes de esa semana. Somos unos brokers impresionantes, pero nos da confianza en la toma de decisiones… Antes el margen de error era muy pequeño pero hoy tenemos muchas dudas porque estamos moviéndonos en un mundo lleno de incertidumbres… Se estrenan más películas que las que los cines pueden absorber y más de las que el público puede absorber. Las carteleras están sufriendo unos cambios rotundos cada semana”, explica Eva sobre cómo afecta esta situación a la programación de Cine Yelmo. 

Eva nos explica la existencia de películas con estrenos compartidos, películas que no necesitan todas las sesiones, como las infantiles “hay películas que tienen poder para atraer al público en cualquier horario y otras que sabes que a las diez de la noche no funcionan. Y el exhibidor tiene que rellenar esa sesión, no nos podemos permitir una sala vacía”.

“Este era un tratamiento excepcional que tenían las películas infantiles, con pases a las 16:00, pero se ha traspasado a otro tipo de películas según el potencial de cada una y el espacio del cine”, explica Eva, que a continuación resume la situación con una frase: “Las películas se van adaptando a un espacio finito y por tanto una película puede estar en una sesión ‘x’ un lunes y en una sesión ‘y’ un martes”. 

Y esto para Stefan es un gran problema: “Estamos jugando con una cosa que era un hábito. El hábito de ir al cine. Y si tú al espectador medio le dices corre, corre, que tienes que ver la película porque la semana que viene ya la están quitando, llegará el momento que el espectador perderá el hábito y sencillamente nos mandará a la mierda”. 

El director general de AVALON reconoce que esta fragmentación de pases es algo que los exhibidores hacen para acomodar a todas las películas y darles más espacio, “¿pero el espectador qué percibe? Ayer la ponías, hoy no la pones. Ayer había un pase por la tarde, hoy no…”. Y Manuel puntualiza: “Y esto no es crítico en ciudades como Madrid, porque si no te la ponen en un cine te la ponen en otro. Pero yo, que soy de Zaragoza, allí que hay tres cines en una semana la última película que hemos estrenado nosotros ya solo la ponen a las 16:00”.

Y esto entronca perfectamente con el discurso de Felix, nuestro programador de La Rioja, “con 14 o 15 estrenos en ciudades como Oviedo, Santander, Logroño, ciudades importantes en España, donde solo existen Cine Yelmo, Cinesa o Kinépolis en centros comerciales… Allí metes tres o cuatro películas, pero ¿qué hacemos con el resto? Porque en Madrid tienes los Cines Embajadores, los Renoir…” 

Y saca en la conversación la última película en haber conseguido esa cosa tan especial (casi mitológica en estos tiempos) que es el boca a boca. Hablamos de Aftersun, claro. Aftersun no ha llegado a Logroño, la pongo yo ahora en la filmoteca en Marzo. Una película que ha sido un referente a nivel de crítica, con una nominación al Oscar…”

Porque para Félix “al menos las capitales pequeñas tienen filmotecas que hacen esa labor de llevar ese cine que de otra manera no se vería. Y también gracias a los ayuntamientos y las casas de cultura ese cine llega a esta segunda España, la España vaciada”.  

El tema que más quema: las ventanas de exhibición

Una imagen de 'Érase una vez en... Hollywood'
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Y llegamos al final de las conversaciones para poner sobre la mesa las cosas importantes, lo que debe aportar cada parte de la industria para romper esta burbuja, que se produzca mucho, vale, pero que se produzca bien, que se distribuya bien, que llegue bien al espectador, que no sea todo un lío tremendo que asfixie el valor de una cosa tan importante, tan fascinante, tan vital como ver una película en un cine. 

Eva toca un tema que quema, las ventanas de exhibición. Que un espectador no tenga ni idea cuánto tiempo está una película en el cine pero tampoco sepa cuánto tiempo tendrá que esperar para verla en una plataforma, si es que llega, porque nada de esto está claro para el espectador medio. Sobre todo desde que las plataformas con Netflix, Amazon, HBO Max o Disney+ se han apropiado del mismo lenguaje publicitario que el usado por las distribuidoras con sus estrenos de cine.

“Las ventanas de exhibición es lo único que tiene un exhibidor. Nosotros construimos cines para poner películas. No tenemos otra cosa. Por eso es muy difícil que podamos aceptar cualquier ventana para una película. Se aceptó en pandemia porque no había títulos, pero ahora el exhibidor es más exigente”, explica Eva. 

Ella y Stefan coinciden en una cosa importante, ambos creen que este problema se solucionará con una autorregulación: “A todo el mundo le interesa que una película tenga mayor ventana, porque tendrá mayor taquilla”. 

Felix, sin embargo, opina diferente: “El mercado es como es. El mercado es de las major que son quienes dominan la distribución española”. Es decir, hablamos de Disney, de Universal, de Paramount… Grandes estudios que distribuyen grandes películas que no dejan hueco para el resto de películas independientes o simplemente más pequeñas. 

Felix recuerda el caso de El lobo de Wall Street, “Hace nueve años cuando se estrenó la película de Scorsese hubo bronca debido a las condiciones exigidas por Universal. Cinesa y Kinépolis se plantaron y la película no se estrenó en sus cines porque no estaban dispuestos a aceptar esas condiciones, así que no la estrenaron. ¿Qué hicieron el resto de cines?  Pues se repartieron 30 copias más de la película”. 

Para Félix, si en ese momento todo el mercado se hubiese plantado ahora la situación quizá sería diferente, pero Universal, en este caso, demostró la fuerza que tenía llevando su película a 400 salas, llegando a todos esos cines de España que nunca hubieran estrenado la película en una situación normal. 

Quejarse menos, hacerlo mejor

Una imagen de 'Malditos Bastardos'

Y a parte de las ventanas, de la solidaridad entre las partes de la industria hay una cosa importantísima, bueno, dos: Llorar menos y currarse más las estrategia con las que productores, distribuidores y exhibidores venden las películas. 

Félix lo tiene claro: “Los cines no van tan mal. Hombre, si montas un cine multisalas y pagas de luz 100.000€ al mes es imposible que te vaya bien. Pero si sabes programar, si te dedicas a ello de verdad… Un cine requiere mucho esfuerzo, hay que estar acompañando la película, no sé, tú coges la web de los Cines Embajadores y es que están todo el día inventando cosas, montando ciclos… Si le das un valor a las proyecciones el público vuelve al cine”.

Y para Eva es lo mismo: “Hace falta inversión en comunicación, pero no solo en el estreno, sino en el mantenimiento de una película. Si consigues que la película mantenga la atención de los espectadores potenciales una vez estrenada tendrás más posibilidades de que dure más semanas en cartelera”. 

En AVALON experimentan cada semana que estrenan la dificultad para destacar con una película entre tanta saturación. Y tienen claro que muchas veces todo el trabajo de prensa, traer al director, a los actores y las actrices e intentar que la campaña tenga un factor diferencial no funciona . Y esa aleatoriedad les mantiene alerta, tanto para ser conscientes de que nadie tiene la clave en este negocio, aunque haya veces que aciertes y te creas el rey del mambo, como para no desanimarse cuando las expectativas no se cumplen. 

“A la hora de sacar películas en el cine no vamos a inventar nada. Pero sí que podemos crear alrededor un árbol bien florido que haga que nosotros reluzcamos. Acciones como el ciclo de Wong Kar-wai, cosas que van más allá de ser una distribuidora”. 

Y seguramente así, con ese árbol bien florido que comenta Manuel, con una inversión más holgada en comunicación como comenta Eva, con trabajo y originalidad a la hora de acompañar las películas de la misma forma que hace el admirado por Félix, Miguel Ángel, responsable de los Cines Embajadores, y también con la pasión tan intensa con la que Andrea luchó para levantar su película Ramona, llegaremos a un punto en nuestra industria donde siempre merezca la pena ir al cine, donde las películas se vean y se hablen y quién sabe, repetir más de vez en cuando casos milagrosos de boca a boca como el de Aftersun.

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