Seminci 2023 | 'La primera mirada' recuerda a la primera escuela de cine en España, en la que crecieron y se rebelaron Juan Antonio Bardem, Luis García Berlanga y Carlos Saura
La primera mirada, de Luis E. Parés, aborda la que fue la primera escuela de cine de España, fundada en 1947 como Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC), y que en 1962 pasó a denominarse Escuela Oficial de Cinematografía (EOC).
A pesar de haber nacido en pleno franquismo, la IIEC fue un espacio de libertad y de sus aulas salieron nombres como el de Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem, Carlos Saura, José Luis Borau, Mario Camus, Basilio Martín Patino, Antonio Mercero, Víctor Erice, además de Josefina Molina o Cecilia Bartolomé.
'La primera mirada', crítica de la película
"El único lugar para escapar de este país en ruinas era una sala de cine", se dice en los primeros compases de La primera mirada, documental en el que Luis E. Parés ahonda en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC), la primera escuela de cine en España, nacida durante el primer franquismo, y donde estudiaron Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem y Carlos Saura.
En efecto, la España de la autarquía era todo ruinas, pero de ese paisaje de después de la batalla nació, sorprendentemente, una escuela de cine rupturista, que se convirtió en un reducto de libertad, subversión y talento. Esa escuela, que permaneció activa desde el curso 1947-1948 hasta 1962 y que fue el germen de la futura Escuela Oficial de Cine (EOC), supuso un soplo de aire fresco, cinéfilo y vanguardista, frente a la anquilosada industria española del momento.
Así lo cuenta La primera mirada, presentada en una de las nuevas secciones de Seminci, Memoría y utopía, dedicada, justamente, al patrimonio fílmico desde diferentes perspectivas. Y el trabajo de Parés, en este sentido, nos descubre a un buen número de cineastas en ciernes deslumbrantes. Algunos por su talento en la dirección; otros por su audacia.
Desde Paseo por una guerra antigua (Bardem, Berlanga, Agustín Navarro y Florentino Soria, 1949), la primera práctica 'oficial', del que se conserva un copión sin editar, hasta Última página (1962), de Pedro Olea y última práctica del IIEC, La primera mirada recupera un buen número de los trabajos estudiantiles para dar cuenta del material que se forjaba en la escuela y que, asimismo, estaba contando la realidad de España del momento.
De los primeros tanteos neorrealistas –Áspero camino (José Gutiérrez Maesso, 1950)– hasta las visiones angustiantes de la juventud –Y al final de la fiesta subimos a la terraza (Víctor Erice, 1962)–, sin olvidar adaptaciones cinematográficas de autores tan inesperados como Kafka -El proceso (Julio Diamante, 1953) y La metamorfosis (Miguel Herrero, 1957)- o Nabokov –Patata en patata (Joaquím Jordá, 1960), versión de Lolita previa a la de Kubrick–, todos ellos tuvieron la oportunidad de crear libremente al estar eximida la escuela de censura.
De este modo, y como desarrolla el documental, en la IIEC fueron pioneros a la hora de rodar un desnudo femenino, en adaptar a Lorca, prohibido por el régimen, o en elaborar una ácida sátira sobre un dictador, a cargo, por cierto, de Carlos Saura. Y entre muchas sorpresas, un documental en color de Berlanga que retrata el arte del talle escultórico. Una joya, sin duda, como todas las que nos descubre este imprescindible trabajo de genealogía cinematográfica.
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