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Asia Ortega ('El internado: Las Cumbres'): "Amaia tiene algo de la locura de Angelina Jolie en 'Inocencia interrumpida"

Albert Salazar y Asia Ortega en 'El internado: Las Cumbres'

Laura Belloso, creadora de El Internado: Las Cumbres, nos describía a Amaia, la protagonista del reboot, como "una tía que tiene un empuje brutal, una fuerza de la naturaleza, pese a su vulnerabilidad". También aseguraba que, nada más ver a Asia Ortega, supo que ella era la heroína que había estada buscando para darle vida, algo que no pasa tan fácilmente en los procesos de casting.

La continuación de El internado, todo un fenómeno que catapultó a Ana de Armas o Blanca Suárez, ya está disponible en Amazon Prime Video con nuevas caras y una trama diferente a la de su predecesora. Esta vez, el internado al que hace alusión el título es un centro para jóvenes problemáticos ubicado en un monasterio, una fortaleza inexpugnable rodeada por un bosque. 

Los misterios que acechan a los protagonistas están relacionados con una Logia medieval y... hasta aquí podemos contar. Hablamos con Asia Ortega, esa Amaia todoterreno al frente de la reapertura de un universo que ya conquistó a los espectadores hace 14 años. 

Fotograma de 'El internado: Las Cumbres'

Háblanos de Amaia.

Es una muchacha rebelde, de armas tomar, muy loca, pero tiene mucho carisma y creo que es fácil sentirse identificado con ella. Tiene una fragilidad enorme y hay momentos en los que le darías una colleja para que espabile, aunque todo eso no le impide ser una guerrera. No es la típica heroína, tiene taras y eso la hace más humana. 

Hoy en día hay muchas mujeres así y me quedo con que han puesto a una chica poderosa liderando la acción. Cuesta encontrar este tipo de ‘heroína’ velada sin irte a Erin Brockovich, una Catwoman hipersexualizada o la típica tía supernazi. Es un cliché que te diga que es un regalo interpretativo, pero es así.

¿Usaste referentes para crearla?

He viajado a mi yo de 15 años porque hay cositas que compartía con Amaia. Por otro lado, en Inocencia interrumpida, Angelina Jolie hace un papel de loca y lo he llevado un poco por ahí. Hay una frase que dice: “No soy delicada como una flor, soy delicada como una bomba”. Amaia vendría a ser algo así.

Fotograma de 'El internado: Las Cumbres'

¿Te dejaron dar tu toque al personaje?

Ha sido guion cerrado, pero sí que me han dejado meter algún coletazo mío. Yo, desde la humildad, pregunto si puedo proponer. Laura Belloso nos escucha mucho y, quieras que no, en cierto momento el personaje pasa a ser tu hijo además del suyo. Es como dos padres separados que tienen que llegar a un acuerdo por el bien del niño.

¿Cuál ha sido el gran reto a la hora de hacer frente a este proyecto?

Amaia tiene una barrera física y eso me ha costado, pero lo bonito de ser actriz es que se te abre horizontes. A lo mejor tienes que aprender a bailar swing para hacer un papel y es superguay. Trabajar un impedimento como el de Amaia es un impedimento también, pero qué bonito porque así se puede empatizar más. Y luego el tema de la cuarentena, que ha sido una locura.

Además, estabais rodando en Navarra y Euskadi, lejos de casa. 

Empezamos a rodar, llevaríamos tres semanas y media, y nos facturaron para casa por la pandemia. Después volvimos y estábamos todos en una casa rural, Peluaga. Nos pasábamos el día juntos. Suerte que nos amamos y somos familia, porque nos podríamos haber matado [ríe]. Parecíamos Peluaga Shore. Es como para hacer un making of... Hemos sentido un poco lo que sienten nuestros personajes, el encierro, esas emociones superlativas. Aunque para nada hemos estado en un régimen militar como los alumnos del internado.

Fotograma de 'El internado: Las Cumbres'

Por lo demás, ¿qué tal el norte?

Qué maravilla de lugar, y qué frío, también te digo. Yo preguntaba un montón en euskera. En el rodaje gritaban: "Isilik, mesedez" ("silencio, por favor"). Ha sido muy guay, y las localizaciones de allí son un personaje más, esa tierra mágica ayuda mucho a crear atmosfera. Su gente, el equipo de allí, la comida... todo ha ido a favor. Tengo muchas ganas de volver.

¿Qué tal eso de rodar escenas de miedo en un bosque y de noche?

Ha habido un par de momentitos que estaba rodando ahí, agazapada, detrás del musgo, con las máquinas de humo, y sí que miraba a mi compañero y decía: "Ahora mismo, si no sé que esta todo el equipo aquí, me cago". El bosque del monasterio de Iratxe, por ejemplo, es super fantasmagórico, y de repente veías esos árboles tan grandes, imponen. O pisabas una rama y te pensabas que era una pitón. Lo que mola es que te trasladaba al imaginario enseguida.

Tenías 11 años cuando se estrenó El internado. ¿Da vértigo reabrir un fenómeno así?

La veía mucho en casa de mis amigas y me gustaba un montón. Cada vez que me embarco en un trabajo noto la responsabilidad con todo, por respeto al cine, por lo que a mí me gusta, por lo que quiero que se vea. Nuestro trabajo ya conlleva una responsabilidad potente como para encima estar pensando en que antes de mí han estado Ana de Armas o Blanca Suárez, tremendas bicharracas. Me aferro mucho a que este es un reboot, que no es lo mismo, aunque el peso de tus predecesores se nota. Y creo que nuestra ficción va a ser un seriote, ha quedado muy chula.

Has estrenado Hasta el cielo y te veremos en El inocente (Netflix). ¿Lista para la fama mundial?

Con la pandemia está saliendo todo de golpe, estoy muy contenta. El internado, quieras que no, ha sido el primer proyecto en el que he podido dar tanto de mí porque tengo más personaje. No soy muy de redes sociales, me las he hecho semiobligada por mi trabajo, pero me han preparado un poco para esta exposición. Bueno, nada te prepara para sentir el peso de la globalización sobre ti [ríe]. Abruma, pero intentaré respirarlo, soltarlo porque no somos tan importantes y para adelante.

El internado: Las Cumbres está disponible en Amazon Prime Video.

Coordinadora de series 'Cinemanía'

Con un nombre susceptible de ser olvidado, muchos se refieren a mí como la chica del cine y las series, y desde 2016 escribo sobre ellas en CINEMANÍA. Estudié Periodismo en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y tengo un Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo, donde ahora imparto la asignatura Información Cinematográfica. Nunca dejaré de volver a ver 'Friends'.

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