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'La casa del dragón' episodio 6: un nuevo orden rige Desembarco del Rey y pone a Rhaenyra contra las cuerdas

Emma D’Arcy como Rhaenyra Targaryen en 'La casa del dragón'
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[Este artículo contiene SPOILERS de 'LA CASA DEL DRAGÓN' 1x06]

Ni un segundo de tregua. Eso es lo que no nos da el sexto capítulo de La casa del dragón, La princesa y la reina, que llega con su esperado salto temporal de diez años y el relevo de varios de sus actores protagonistas, pero también con una sucesión de tramas y acontecimientos que no dejan indiferente a nadie.

Las cosas han cambiado en la Fortaleza Roja. Sorprendentemente, el rey Viserys (Paddy Considine) sigue vivo, pero aunque todos desean el bienestar del monarca la salud no tardará en terminar de hacerle mella y es en ese momento cuando estallará todo aquello que ha permanecido latente durante tantos años.

Así lo comprobamos en un sexto episodio que nos sigue mostrando la evolución de sus personajes y la lucha cada vez más encarnizada por sus intereses, además de nuevos nacimientos, muertes, traiciones y muchos, muchos dragones. Te contamos lo que nos ha parecido a nosotros, como siempre con SPOILERS.

El pulso entre Rhaenyra y Alicent

Como ya lo adelantara el episodio 5, Alicent Hightower (ahora Olivia Cooke) ya no es la misma. Enfundada ya permanentemente en su vestido verde, con el que muestra ante todos que elige a su Casa por encima de la Targaryen, está en pie de guerra contra la que fuera su ex mejor amiga, Rhaenyra Targaryen (ahora Emma D’Arcy). Ya sabemos que estas dos mujeres son fuertes y poderosas y no tienen miedo a ejercer su voluntad e inteligencia incluso en mitad del Consejo privado del rey, del que ambas ahora forman parte.

Las dos actrices se estrenan tomando el relevo de Emily Carey y Milly Alcock y demuestran cómo las jóvenes protagonistas de los cinco primeros capítulos fueron elegidas a partir de sus propios rasgos, expresiones y carácter pues, aunque se las eche de menos, realmente parece que seguimos viendo a las mismas Alicent y Rhaenyra con una edad más adulta.

Alicent (Olivia Cooke) / Rhaenyra (Emma D’Arcy)
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El paso de diez años solo ha agravado la tensa situación entre ambas, además ahora involucrando a sus hijos en su propio conflicto. Podemos ver a un joven malcriado Aegon II Targaryen (Tom Glynn-Carney) nada interesado por el trono (a priori), algo que su madre no va a consentir, pues no descansará hasta ver a su hijo como rey. ¿Será solo por miedo a que Rhaenyra acabe con sus vidas o tiene ahora la reina verdaderas ansias de poder? Inevitable no acordarse de Cersei (Lena Headey) y Joffrey (Jack Gleeson), quienes protagonizaron momentos muy similares madre-hijo en Juego de tronos.

Por su parte, Rhaenyra desespera mientras ve cómo Alicent está abriéndose camino y ganándole poco a poco su largo pulso, pero no se lo va a poner fácil a la Hightower. Resistente y tenaz en la primera e impactante escena del capítulo en la que presenta a su recién nacido a la reina apenas unos minutos después de dar a luz, la heredera se ve contra las cuerdas e intenta acercar posturas con la que fue su amiga por el bien de sus hijos, algo que la reina no pretende aceptar.

Un vínculo de por vida

El episodio 6 de La casa del dragón nos muestra a unos niños traviesos y divertidos que entrenan en el patio del castillo con sus espadas de madera. Una imagen inocente, un vínculo familiar de por vida. O eso es lo que entiende nuestro querido y amoroso Viserys, que no ve o no quiere ver la que se viene encima, ya que esos niños acabarán creciendo y posiblemente matándose los unos a los otros. De hecho, la ofensa ya ha empezado y viene por parte de ser Criston Cole (Fabien Frankel), quien definitivamente ya no es el que era y presiona a los hijos de Rhaenyra hasta que su padre biológico, Harwin Strong (Ryan Corr), estalla y se delata a sí mismo.

Efectivamente. Como forjaran en su acuerdo pre-matrimonial, Laenor Velaryon (ahora John Macmillan) y Rhaenyra, quienes tienen una bonita relación de amistad, hacen su voluntad en cuanto a sus relaciones sexuales y no es de extrañar que siendo él homosexual ella haya concebido a sus hijos Jacaerys, Lucerys y Joffrey con el jefe de la Guardia Real. Un secreto a voces que estalla por los aires con el arrebato de Harwin, y tras el que el hijo de la Mano del Rey, Lyonel Strong (Gavin Spokes) se ve obligado a exiliarse en el castillo base de su casa, Harenhal.

Ryan Corr como Harry Strong en 'La casa del dragón'
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Pero cuidado, cuidado con confiar demasiado en los vínculos de por vida, pues hay quien no tiene ningún tipo de reparo en traicionarlos. Cuidado con Larys Strong, que no duda en asesinar a su padre y a su hermano alegando fidelidad a una impresionada Alicent. Sin duda un acto cruel y despiadado que engrandece la amenaza que se cierne sobre Rhaenyra y sus hijos.

Los dragones, más protagonistas que nunca

Los creadores de La casa del dragón, George R. R. Martin, Ryan Condal y Miguel Sapochnik, nos adelantaban hace meses que esta primera temporada del spin-off de Juego de tronos tendría muchos dragones y jinetes, algo que hemos podido comprobar con creces en este sexto episodio, que ha dedicado una buena parte a las mágicas criaturas.

Además de los ya conocidos Syrax, dragona de Rhaenyra y Caraxes, del que es jinete Daemon (Matt Smith), hemos conocido a Vermax, el todavía pequeño dragón del primogénito de la heredera que está siendo adiestrado en Pozo Dragón y a Vhagar, el más grande de cuantos quedan vivos, quien acompaña a Laena Velaryon (Nanna Blondell) desde los 15 años y será un elemento clave en la muerte de esta.

Nanna Blondell como Laena Velaryon en 'La casa del dragón'
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En efecto, cuando la preciosa Laena Velaryon, madre y esposa dedicada, está a punto de sufrir el mismo destino que la reina Aemma Targaryen (Sian Brooke) sufrió durante su terrible parto en el primer episodio de la ficción, decide sacrificarse a sí misma y a su bebé posiblemente intuyendo el espantoso final que le espera si Daemon toma la misma decisión que Viserys tomó en su día. 

Una de las escenas más impresionantes que hemos visto nunca desde que comenzara el universo de Juego de tronos: un jinete ordenando a su dragón que le ataque con el famoso “dracarys” para así acabar con su propia vida. Desde luego La casa del dragón está sabiendo cómo superarse a sí misma.

Si es verdad que Daemon se mantiene en un segundo plano durante este capítulo, confinado en la biblioteca y sopesando hacer de Pentos su residencia permanente, es posible que tras la muerte de su esposa y el traslado de Rhaenyra y su familia a Rocadragón nos sorprenda con alguno de sus movimientos. Además, la guerra en Peldaños de piedra se ha reactivado, con la Triarquía y ahora Dorne al frente, así que seguramente el príncipe díscolo tenga algo que decir.

Un capítulo que no deja ni un segundo al aburrimiento o al reposo y que es capaz de mantener al espectador pegado a la pantalla de principio a fin. Un relevo de actores y actrices notable. Una rivalidad entre sus dos mujeres protagonistas que crece y amenaza con estallar en cualquier momento. La casa del dragón avanza rápido, sigue creciendo y ya ha encontrado su propio tono y un público que le sigue fervientemente como ocurriera con su serie madre. Nos encaminamos a la recta final de su primera temporada y no hay duda de que conseguirá sorprendernos de nuevo.

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