Cinemanía - Series

'La casa del dragón' rompe una bonita tradición de 'Juego de tronos' con el episodio 9

La casa del dragón
Cinemanía

[Este artículo contiene SPOILERS de 'LA CASA DEL DRAGÓN' 1x09]

La reformulación de lo ya conocido es una de las claves del éxito de La casa del dragón a todos los niveles entre un público entregadísimo al universo de los Siete Reinos pero desencantado con la conclusión que tuvo Juego de tronos, la serie original de la que bebe en su tratamiento del universo literario de la Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin.

Así, la serie comandada por Ryan Condal como showrunner se ha mantenido fiel a todos los parámetros estéticos y códigos narrativos que convirtieron Juego de tronos en el mayor éxito televisivo de HBO con una clara intención continuista delante y detrás de las cámaras, donde repite gran parte del equipo técnico de la serie original; incluso la popular sintonía musical compuesta por Ramin Djawadi se ha mantenido inalterable en la cabecera.

No obstante, conscientes de lo rápido que se desinfló el apoyo popular a Juego de tronos en sus últimos compases, los responsables de La casa del dragón también han querido desmarcarse de aquella en algunos aspectos, jugando en ocasiones a una consciente 'vuelta a las raíces' de lo que convirtió las intrigas palaciegas de Poniente en un fenómeno de masas. Así se entienden decisiones como la elección de la Danza de los dragones como historia a tratar: una suerte de guerra civil Targaryen en la que participan casas ya conocidas pero con personajes nuevos.

También, al menos en su primera temporada, La casa del dragón ha apostado por la cocción lenta en lugar de la resolución espectacular con toneladas de acción y fuego. No han faltado dragones, pero empleados de manera estratégica. La mayor batalla antes del episodio 10 fue la anticipada refriega de los Escalones de Piedra contra un villano tan vistoso como el llamado Benefactor de los Cangrejos. ¿Y qué vimos? Un corte por lo sano en off.

El primer 9 

Estas decisiones a contrapié de lo que pudieran esperar algunos espectadores curtidos en las ocho temporadas de Juego de tronos se han vuelto a manifestar en el noveno y penúltimo episodio de La casa del dragón. El dato es importante porque los episodios número 9 tienen un significado especial entre los fans de Juego de tronos: tradicionalmente han sido episodios fundamentales para el desarrollo del argumento y aclamados por su ejecución. 

La decapitación de Eddard Stark, la batalla de Aguasnegras, la sangrienta Boda Roja, el asalto al Muro o la batalla de los bastardos fueron acontecimientos muy recordados que tuvieron lugar en los episodios número 9 de sus respectivas temporadas (las dos últimas de la serie acortaron la cantidad de episodios). El grado de anticipación ante el primer nueve de La casa del dragón era alto entre los conocedores de esta numerología tronista.

Cambio de ritmo a contrapié

Y lo que les ha dado La casa del dragón no se puede decir que sea exactamente lo que esperaban. De hecho, alguna queja se ha levantado contra Clare Kilner (directora) y Sara Hess (guionista), las responsables del episodio 9, titulado El consejo verde, por inclinarse hacia los bloques de secuencias de diálogo entre personajes antes que hacia la acción en esta penúltima entrega de la temporada.

Después de un octavo episodio altamente cargado contenido emocional con la muerte del rey Viserys (y una elogiada interpretación de Paddy Considine), el noveno no ha supuesto la explosión del enfrentamiento bélico entre las dos facciones Targaryen que lucharán en la Danza de los dragones. En cambio, La casa del dragón ha detallado los prolegómenos de la coronación de Aegon II (Tom Glynn-Carney) dejando para la semana que viene incluso un momento tan esperado como el recibimiento de Rhaenyra (Emma D'Arcy) de la noticia de la muerte de su padre.

En una nueva demostración de calma narrativa y pies de plomo para disponer los elementos dramáticos, La casa del dragón ha pisado el freno justo antes del acelerón final de temporada (se avecina cliffhanger a la antigua usanza) para dejar claro que la sombra de Juego de tronos ya no le cubre nada más que hasta donde se lo permite. 

En vez de sacar al enésimo dragón escupiendo fuego como impactante deus ex machina, La casa del dragón nos lo niega explícitamente dentro de la trama con la decisión tomada por Rhaenys (Eve Best).

A cambio, sí podemos ver a una reina enseñando los pies desnudos al más fetichista de sus súbditos como acto de negociación sexual en una escena que bascula los contrapesos de su relación de poder a partir del deseo, el acceso a la información y el acto de mirar. Sinceramente, parece bastante claro que hemos salido ganando.

¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.

Coordinador web 'Cinemanía'

Crítico de cine que ve demasiadas series, licenciado en Periodismo y posgraduado en Semiótica en la Universidad Complutense de Madrid; cayó en una marmita de Nouvelle Vague cuando era pequeño y lleva mucho tiempo acostándose tarde en festivales de cine.

loading...