Fuerza la convocatoria de una junta general extraordinaria de accionistas por la situación económica y deportiva del Valencia.
La maniobra se produce tras la negativa del máximo accionista a desprenderse de sus títulos.
El club de Mestalla cierra una temporada marcada por la destitución de dos entrenadores, la renuncia del presidente, castigos a jugadores y celebraciones a medio gas.