Wang Jianlin, cuya firma da nombre al nuevo estadio del equipo y con una fortuna de 23.000 millones, pierde así el primer puesto de los más ricos de China.
El nuevo número uno es Xu Jiayin, dueño del conglomerado Evergrande que dispone de 43.000 millones de dólares.
Los cambios en la lista responden a las políticas gubernamentales, que penalizan a los que invierten en el extranjero.